Época Prehistórica en los Alpes. Kelab es el líder de su pequeño clan y también el guardián de su santuario. Vive con los suyos pacíficamente en su asentamiento en el bosque, junto a un río: cazan lo que necesitan para comer, construyen sus cabañas con la madera de los alrededores y no tienen relaciones problemáticas con las tribus vecinas. Un día como otro cualquiera, Kelab sale a cazar. Y algo horrible ocurre: unos hombres de otro clan atacan al suyo... Empieza una terrible espiral de violencia interminable.
El alemán Félix Randau ha dirigido hasta la fecha dos películas: el drama "The Calling Game" y la comentada cinta sobre la Prehistoria "Ötzi, el hombre de hielo".
En 1991, dos alpinistas alemanes descubrieron en una recóndita zona de los Alpes la momia de un hombre prehistórico que murió asesinado por la espalda en circunstancias extrañas y difíciles de interpretar. Se le ha llamado Ötzi a esta momia, y es una de las más famosas del mundo y ha permitido descubrir muchas cosas sobre esta época tan lejana y de la que sabemos tan poco. Sí se cree a ciencia cierta que Ötzi, que tenía cuarenta y seis años en el momento de su muerte, fue efectivamente asesinado, y posiblemente por venganza, ya que no le robaron nada a su cadáver y tenía objetos muy valiosos en su equipaje. Se trata del primer crimen sin resolver conocido por la humanidad. Félix Randau ha reconstruido este tiempo oscuro basándose en las premisas de su historia, pero, como él mismo asegura, lo que narra en su filme no tiene nada que ver con un documental y es pura ficción. "Ötzi, el hombre de los hielos" es una bellísima fábula sobre la venganza y el perdón, sobre la violencia, sobre la incomprensión. El director retrata, sin diálogos comprensibles (podemos decir casi que el filme es mudo) a unos personajes que viven en el salvajismo diario, en la mugre, en el hambre casi perpetua, en la guerra casi perenne, pero que tienen una dignidad tremenda: no somos tan diferentes de ellos.
El filme navega por toda clase de sentimientos, desde la magnanimidad hasta la ira pura, y nos sitúa en un punto moral perfectamente aplicable a nuestros días. Es sencillo, mininalista y brutal, lírico y extraño, realista hasta lo desolador. Es, también, un filme hermoso: en las relaciones de sus personajes, de toda escala de gris posible (no existe maniqueísmo en la lucha por la supervivencia muchas veces), y en los paisajes naturales que nos regala, absolutamente esplendorosos en toda su hermosura y hostilidad. "Ötzi, el hombre de hielo", está llamada a ser una de las mejores películas sobre la Prehistoria jamás rodadas. Poco a poco, se va a ir haciendo con un lugar de culto en este "género", estoy seguro de ello, género que, la verdad, creo que está en general muy poco explotado.
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