Oliver es un joven director de cine español asentado en Los Angeles que, tras varios años sin visitar a su familia, viaja a Madrid para pasar con ellos una temporada. En su chalet, Oliver se reencuentra con Aurora, su hermanastra. Entre ellos late algo oculto... Y pronto el ambiente en la casa familiar se enturbia peligrosamente.
La última película de Pedro Aguilera y la primera en siete años de silencio, "Demonios tus ojos", estrenada el pasado año, se aleja en cierta medida de las dos primeras: es su primer drama que no es puramente social, como lo eran "La influencia" y "Naufragio". Narra la historia de atracción de dos hermanastros y todo lo que esto desencadena en los ambientes de ambos, en un mundo acomodado de gente rica y bastante triunfadora. Sí que se hace sin embargo en ella una crítica a la hipocresía y a los trapos sucios de las clases altas: la relación turbia de los dos protagonistas, dos solventes Ivana Baquero y Julio Periñán con bastante química, expone todas sus miserias y diserta sobre asuntos como la manipulación social, la ruptura de reglas, los abusos de poder, la utilización del sexo como arma en una sociedad hipersexualizada y la frustración vital de personas que a pesar de tenerlo todo necesitan siempre más y más de forma insaciable y sin que importe nada ni nadie más. La atmósfera en la que lo sumerge todo Aguilera es la perfecta: es bella y suave, casi veraniega, cálida, bucólica incluso, pero a su alrededor se pudren todas las frutas y todo se pervierte. "Demonios tus ojos" es cruel, retorcida, delicada a la vez y muy erótica, no sólo por sus planos, sino por su gran poder de sugerencia. Su trama, brusca y cortante, llevada con ritmo, no escatima en mostrar todo el horror cotidiano y obsesivo de sus dos protagonistas, y las referencias cinematográficas a la película "Holocausto Caníbal" creo que son acertadas por lo que tiene el relato de exposición cruda de la realidad. Los secundarios y un final bastante abrupto me la enturbian un poco, pero creo que es un filme notable en líneas generales. Eso sí, me sorprendieron mucho más los dos primeros del director, más reivindicativos y redondos.
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