Parvana es una niña afgana de once años que vive en Kabul, la capital del país, con su familia, durante la dictadura de los talibanes. Cuando su padre, viejo profesor, es encarcelado sin razón, ella ha de buscar la manera de sacar a los suyos adelante y, para ello, se corta el pelo y se viste como un chico, ya que una mujer no puede salir de casa sin ser acompañada por un hombre. Parvana se enfrenta a un mundo monstruoso de fanatismo religioso y violencia donde ella no vale nada mientras trata, además, de buscar a su padre... Y mientras, los rumores de que llega otra guerra se expanden sin cesar...
La animadora irlandesa Nora Twomey fue co-directora junto a Tom Moore en 2009 de la genial "El secreto del Libro de Kells", y el año pasado debutó ya en solitario con esta "El pan de la guerra", una de las mejores películas de animación de los últimos tiempos y en la que retrata la terrible vida de una niña en Afganistán durante la tiranía religiosa del régimen de los talibanes inmediatamente previa a la invasión de los Estados Unidos. Soy sincero cuando digo que lloré con esta película, que me emocionó como pocas lo han hecho últimamente. "El pan de la guerra" es un drama social y crítico, y también histórico, extrapolable a lo que ocurre en otros países que sufren dictaduras y que en especial hace hincapié en la situación de la mujer bajo estos gobiernos, donde viven condenadas a ser un instrumento de padres, maridos, hermanos o hijos sin ni siquiera poder salir a la calle solas y obligadas a tapar sus cuerpos por completo. Es también este filme un grito atronador contra la guerra y, además, alejado de todo maniqueísmo: se inicia dejando claro que países como el afgano son "tierras intermedias" en las que los grandes imperios de la historia, desde el de Alejandro Magno hasta el soviético, luchan entre ellos. Los personajes, además, son de toda clase: hay talibanes despreciables y fanáticos y hay otros perdidos en unas circunstancias que no pueden controlar y que ayudan a los demás como pueden.
Nora Twomey alterna esta historia de violencia, horror y locura fanática con una metafórica que cuenta la protagonista, de corte fantástico y legendario, que sirve como una alegoría perfecta de su situación y de la de su cultura. La animación es espléndida, y el uso de la luz también, y en especial destaca la estética de la de esta historia simultánea y simbólica, realizada en un estilo de marionetas recortadas muy bello. "El pan de la guerra" es una obra maestra y una de las películas imprescindibles del pasado 2017. No se la pierdan, por nada del mundo. Dura, brutal, sin concesiones, pero muy necesaria y abierta a la esperanza.
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