Porco Rosso

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lunes, 2 de julio de 2018

WESTERN de Valeska Grisebach - 2017 - ("Western")


Un grupo de obreros alemanes se instala una temporada en un pequeño pueblo de Bulgaria para construir, en sus alrededores, una central hidráulica. El lugar es pobre y aburrido, y todos sus vecinos se conocen y, habitualmente, no suele ocurrir nada digno de reseñar. Pronto, surgen los primeros y complicados encuentros entre los alemanes y los búlgaros. Pronto, surgen también atracciones, amistades y, por supuesto, conflictos.


La directora alemana Valeska Grisebach tiene una filmografía muy espaciada compuesta por tres películas de corte de drama: "Be my Star", "Nostalgia" y "Western". Sólo he podido ver la última de ellas.


Viene precedida por premios, por muchas grandes menciones, por un "boca a boca" que la pone por las nubes, pero qué quieren que les diga, a mi "Western" me ha parecido un tostón totalmente diluido, endeble y deslavazado. La premisa es la historia de un grupo de obreros alemanes que van a construir una central hidráulica en un pueblo búlgaro y tienen choques y hermanamientos con sus habitantes. Se tocan muchos asuntos, desde la soledad o el amor hasta el machismo pasando por la pobreza, la falta de oportunidades, los choques culturales y generacionales, la amistad, la memoria histórica o los contrastes entre las dos Uniones Europeas, la de los países ricos y la de los países no tan ricos, personificadas en uno tan desarrollado como Alemania y en otro tan atrasado a pesar de pertenecer a dicha unión como Bulgaria. Todo muy interesante, y además es especialmente loable el hecho de que la directora compare a las personas de ambos países, tan diferentes a priori, y nos muestre que el búlgaro más pueblerino puede ser más civilizado y razonable que el alemán más cosmopolita (algunos de los germanos del filme son auténticos paletos rancios y machistas). El problema de todo es que, como he dicho, viene muy deslavazado. Trata de conseguir Valeska Grisebach una mirada casi de documental costumbrista, apartada de toda emoción pero crítica a la vez, y lo cierto es que se pierde en historias pequeñas que a veces no están del todo bien enlazadas, en hechos que no tienen mucho que aportar, en tramas errabundas que hacen perder el interés e inducen al sopor. ¿Buenos momentos? Algunos, desde luego (la conversación en el jardín es magistral y emotiva). Pero el conjunto de "Western" está disuelto, y uno se pierde y se aburre. Veo muy buenas intenciones pero una ejecución deficiente, aunque trate de camuflarse de minimalismo o de "slice of life". No me ha convencido esta película que tanta gente adora, la verdad.


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