Porco Rosso

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martes, 3 de julio de 2018

NO SOY UN HOMBRE FÁCIL de Eleonore Pourriat - 2018 - ("Je ne suis pas un homme facile")


Damien es un machista irredento que desprecia a las mujeres, a las que trata sin cesar como a seres inferiores y objetos sexuales en privado y en público, de lo que además se enorgullece. Un día, se da un desafortunado golpe en la cabeza... Y despierta en una realidad alternativa en la que va a pasarlo muy, pero que muy mal...


Estamos viviendo una auténtica revolución feminista desde hace unos meses y, también, una lamentable guerra de sexos. Machistas y hembristas llenan las redes sociales a golpe de discurso agresivo y demagogo: los primeros temen perder su poder, y los segundos (en neutro lo pongo, porque en ambos movimientos hay personas de los dos sexos) se han propuesto darle la vuelta a la tortilla y crear un mundo de supremacía femenina que sea igual que el de la supremacía masculina. Mientras, surgen nuevas tendencias dentro del feminismo y cobra cada vez más fuerza un emergente masculinismo (que no debe ser confundido con el machismo en absoluto, aunque a mucha gente le interese que esto pase). Es tiempo de cambio, y películas como "No soy un hombre fácil", el debut en el largometraje de la actriz y directora francesa Éleonore Pourriat, sin ser perfecto en absoluto, es un soplo de aire fresco entre tantas acusaciones de unos y de otros, entre tanto machinazi y feminazi (palabras que a ningún bando le gustan pero que ya se han colado en nuestro vocabulario para describir a los individuos supremacistas de cada uno de ellos para bien y para mal). "No soy un hombre fácil" creo que es una película que no ha sido comprendida por casi nadie. La polémica la ha traído servida: para unos es un panfleto feminazi que culpabiliza al hombre de todos los males del mundo; para otros, es un ataque a la mujer por equipararla al hombre machirulo en capacidad de opresión. Creo que nadie ha pillado lo que propone el filme. Su historia es un poco tonta a priori, pero sirve bien para su propósito a pesar de todo: un machista irredento se da un golpe en la cabeza y despierta en una realidad alternativa donde la cultura dominante es la hembrista, y allí lo pasa canutas.


"No soy un hombre fácil" propone un mundo donde el hombre ha sido oprimido desde siempre, donde las mujeres siempre han llevado la voz cantante, donde los hombres se organizan en grupos "masculistas" para protestar contra el sistema y reclamar sus derechos y donde hay mujeres abusonas y hasta violadoras. Irónico e interesante todo, ¿verdad? Y molesto. Para ambos bandos. "No soy un hombre fácil" creo que, en primera y última instancia, habla de igualdad, con mayúsculas. Critica el machismo y el hembrismo, y deja claro que cualquier sexo puede tener individuos repugnantes y comportamientos lamentables. Es cierto que le falta profundizar más en bastantes cosas, que algunos personajes son flojos, y que la historia de amor central cae en bastantes tópicos, pero también lo es que se trata de un filme sugestivo, que da que pensar sin cesar, que pone a los dos radicalismos a parir y que, además, cuenta con un desenlace absolutamente maravilloso que iguala a los dos sexos y que rompe una lanza a favor de terminar con esta guerra que muchos están empeñados en llevar hasta sus últimas consecuencias y que nos aleja de la verdadera igualdad. Con sus fallos, "No soy un hombre fácil" es una de las propuestas más interesantes de este año. Recomendable para machinazis y feminazis gritones que dicen que los machinazis y los feminazis no existen. Especialmente para ellos.


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