Porco Rosso
viernes, 1 de junio de 2018
ALPS de Yorgos Lanthimos - 2011 - ("Alpeis")
Un grupo de actores y actrices de Atenas se dedica a la labor de interpretar a seres queridos fallecidos para sus familiares, llenos de dolor, de traumas y de carencias emocionales. Su trabajo es muy complicado, y en ocasiones hasta peligroso. Y los problemas surgen constantemente... Y a veces se retuercen de forma extremada.
Yorgos Lanthimos es un director interesantísimo a la par que irregular, y "Alps" lo confirma. "Canino", su mejor película, fue un golpe en la cara. Esta trata otra vez de serlo, pero fracasa estrepitosamente. La idea es buena y vuelve a ser perturbadora: un grupo de personas trabaja como actores para interpretar a otras fallecidas ante sus familias, llenas de dolor y de carencias. Pero ahora, al director griego se le va todo de las manos. "Alps" no tiene alma. No tiene personajes. No tiene guión. Ni coherencia. A Lanthimos se le sube el éxito a la cabeza y se pone a tratar de ser transgresor otra vez pero sin sustento, sin objetivo. Está claro que "Alps" tiene pretensiones sociales, pero están tan diluidas que acaban siendo insignificantes. Los caracteres son muy planos, los diálogos no dicen nada a pesar de resultar pretenciosos, las escenas supuestamente transgresoras no son más que una exhibición vacía de violencia, sexualidad bestia o puro asco. Busca que el espectador se sienta incómodo, pero ya por la fuerza, a base de efectismos. El guión es errático, indefinido, sin ritmo y profundamente aburrido y poco interesante. Y la búsqueda del alejarse sentimentalmente de la acción es una elección más, y muy digna, pero si los actores son tan asépticos que no inspiran nada, apaguen y larguémonos todos. Que los planos sean feos o que la estética sea feísta, valga la redundancia, y hasta desagradable y cutre, es una marca de la casa: es lo que menos importa. Lo que importa es que "Alps" es un plastazo infumable, pretencioso pero vacío y hasta ridículo, y que no va a ninguna parte. Es, en todos los aspectos, una involución de su creador hasta retornar a la horrorosa "Kinetta". Es transgresión falsa, barata, machacona y sin ideas. Me parece una mierda de película. Menos mal que Yorgos Lanthimos mejoró este patinazo infame con "Langosta", porque vaya tela. No entiendo todas las buenas críticas que tiene, lo juro. ¿Postureo? ¿Director de moda? Qué pereza.
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