El pícaro ladrón Flynn Rider, después de un golpe que le sale mal, acaba escondiéndose de los guardias del reino en una solitaria torre que hay perdida en el bosque. Allí, conoce a una joven que tiene... Una melena de veintiún metros de largo. Y que nunca en su vida ha salido de dicha torre. Esta chica se llama Rapunzel, y hace un pacto con Flynn. Y una loca aventura llena de locos descubrimientos empieza para ambos.
Muchos años de palos de ciego y casi un lustro de producciones lamentables y repulsivas incluso como "Zafarrancho en el rancho" o el truño de "Chicken Little" desembocaron, por fin, en el esperado retorno del Walt Disney clásico de siempre con "Enredados", en 2010. Aunque "Tiana y el sapo", el retorno momentáneo del estudio a la animación plena en 2D, había sido más que digno, fue esta película la que de una maldita vez nos recordó que estábamos ante el estudio de animación más revolucionario de la historia y que, algún día, su etapa chunga tenía que acabar. "Enredados", basada con muchas libertades en el cuento clásico "Rapunzel", de los Hermanos Grimm, ya tiene en su simple estética una declaración de intenciones: mezcló el 3D con la animación tradicional y una representación no fotorealista para crear la impresión de estar viajando dentro de una pintura. Un pie en lo clásico y un pie en lo moderno. Y visualmente esto hace a la película maravillosa, amén de contar con unos personajes y escenarios llenos de carisma. Todos los tópicos de los cuentos clásicos están aquí reinventados, con humor, pero sin caer en el "caca, culo, pedo, pis" del que abusan a lo bestia otras producciones animadas. También está la aventura, con escenas de acción geniales, y una nueva lectura de las historias de príncipes y princesas alejada de cursiladas y de epicismos baratos que incide mucho más en los héroes interiores que en los de postureo y que presenta a un personaje femenino que, a pesar de haber pasado su vida sometido, es capaz de plantarle cara a su destino.
Y por cierto, la villana de la función de esta película es inolvidable. Y también los secundarios cómicos, con un humor que no cansa (esto es especialmente de agradecer). Y vuelve también la banda sonora de Alan Menken, uno de los grandes músicos que ha trabajado para la compañía, autor de las de "La Sirenita", "La Bella y la Bestia", "Aladdín", "Pocahontas", "El Jorobado de Notre Damme" o "Hércules". En fin, "Enredados" es un retorno al estilo de Disney de siempre pero convenientemente actualizado, y sin perder la esencia. Es, por fin, la vuelta a la calidad que el estudio tantísimo necesitaba después de su "Segunda Edad Oscura". Después, esta calidad se mantuvo por suerte con sus siguientes producciones, y así hasta ahora. Menos mal.
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