Porco Rosso
viernes, 5 de enero de 2018
EL CIRCO de Charles Chaplin - 1928 - ("The Circus")
El vagabundo Charlot acaba, de pura casualidad, actuando de improviso en la escena de un circo después de haber sido perseguido hasta allí por un policía. El éxito de su involuntario show es tal que el dueño le contrata para que actúe con los payasos. Charlot acepta y, además, se enamora de la hija de su jefe, que también trabaja en el negocio como acróbata y bailarina. Y llega el caos...
Menos conocida que otras películas suyas, "El Circo" fue, además de su última realización completamente muda, una de las creaciones más premiadas de Charles Chaplin y una de las que más le costó acabar (tal vez por eso terminó durando solamente 72 minutos cuando otras cintas suyas anteriores habían sido ya más largas, incluso teniendo en cuenta la época). El director y actor estaba sumido en el turbulento divorcio de su segunda esposa, Lita Grey, que fue tremendamente amargo para él y que encima se saldó con una denuncia por parte de la familia de ella y con montones de ataques de los sectores más puritanos de la sociedad a causa de sus supuestas aventuras con jovencitas. Todo esto se le juntó para colmo con la muerte de su madre y con unas nuevas acusaciones que decían que debía pagos de impuestos. Este conjunto de problemas hizo que la película se retrasase ocho meses. Sin embargo, por suerte fue un gran éxito comercial y de crítica cuando se estrenó y estuvo nominada a numerosos Oscars, de los cuales se llevó uno honorífico que contribuyó a limpiar la imagen pública de Chaplin. Todos estos líos aparte, hay que decir que "El Circo", si bien no contiene la crítica social aguda de otras de sus películas y es más bien "un corto alargado", centrado en los gags puros suyos de siempre y con su historia de amor y de entrega altruista de siempre, es encantadora. Primero porque, aunque la hayamos ya visto tantas veces, la historia de amor de Charlot, el eterno vagabundo enamorado sin éxito y en busca de un porvenir, sigue conmoviendo, y el desenlace del filme pone una vez más los pelos de punta con su romanticismo fatalista. Segundo, porque tiene gags absolutamente memorables.
Y es que el mundo del circo da para mucho, para muchísmo, y para romper muchas cosas y para inventar miles de desastres con payasos, trapecistas, magos, animales o escenografía delirante. En especial, es del todo inolvidable, y una de las mejores escenas que Chaplin rodó jamás, la del trapecio. Él solo la rodó, y llegó a hacerlo estando doce metros por encima del suelo. Estuvo semanas y semanas practicando para poder lograrlo. Esto da fe de la versatilidad total de uno de los cómicos más geniales y también completos de la historia. "El Circo" es, en fin, una película tal vez menor del autor, pero igualmente fantástica y recomendable.
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