Sara vive en los Estados Unidos y su hermana gemela Jess en Japón, en donde es profesora de inglés. Ésta última ha desaparecido: según le han dicho a Sara, se ha internado sin razón aparente en el famoso Bosque de Aokigahara, el conocido como Bosque de los Suicidios, y no se ha vuelto a saber absolutamente nada de ella. Sara viaja al país nipón en su búsqueda y se interna también en el siniestro lugar, en el que dicen que hay terribles espectros. Cosas extrañas empiezan efectivamente a sucederle allí...
Jason Zada al parecer es famoso en los USA por unos experimentos virales e interactivos audiovisuales que tuvieron mucho éxito llamados "Elf Yourself" y "Take This Lollipop". Al parecer su primera película como tal es esta "El bosque de los suicidios", que es una basura como hay pocas. Se basa en las leyendas de suicidios y fantasmas que al parecer alimenta el famoso Bosque de Aokigahara en Japón, conocido también como el bosque que da nombre a la película. Natalie Dormer, recién venida de "Juego de Tronos" y de "Los Juegos del Hambre", da vida a unas hermanas gemelas: una vive en el país de los Pokemon y se ha perdido en el susodicho bosque y la otra viene desde los USA a buscarla. Y todo es un despropósito de proporciones épicas. Ni un susto, ni un personaje interesante, ni un atisbo de coherencia. Ni un susto porque el terror de esta cosa se basa en colocar topicazos sin ton ni son y subir el volumen de golpe para ver si alguien da un vote con alguna vieja japonesa fea o alguna niña loca vestida de colegiala con ojos de espantajo que aparecen de golpe no se sabe muy bien a cuento de qué. Ni un personaje interesante porque los pocos que hay son estúpidos y la relación entre las dos gemelas está hecha a base de mamarrachadas de telenovela de la peor calaña. Y ni un atisbo de coherencia porque ni sabemos qué pasa en el bosque, ni nos importa un pepino al rato, ni tiene sentido nada de lo que vemos y mucho menos un desenlace penoso que da puta vergüenza ajena y que es un timo al espectador en toda su cara. Aparecen muertos ahorcados y flotando por el río, luego unos viejos en kimono que dan grima y no vuelven a salir más, después una cabaña cutre que no sabemos si está ahí o es una ilusión pero de la que no se dice nada... Todo porque sí, y la protagonista se va volviendo loca pero su acompañante no "by the fucking face". Lo mejor de todo es el hecho de que en el bosque de marras se pierden y se matan personas todos los días (hay muertos hasta en la oficina de turismo, no es coña, es que es surrealismo puro), y luego se pierden dos jóvenes tontacos que ni siquiera son japoneses y llega toda la policía nipona en masa a meterse allí sabiendo que hay fantasmas. Sería una buena comedia involuntaria si tuviese ritmo esta basura. Pero es que ni eso: es aburrida hasta la extenuación. Repugnante y lamentable mierda pinchada en un palo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario