Porco Rosso
miércoles, 11 de octubre de 2017
DOBLE CONTRATIEMPO de Tom DiCillo - 2001 - ("Double Whammy")
Ray Pluto es un detective de Nueva York que vive atormentado por las muertes de su mujer y de su hija, que cree que pudo haber evitado. En uno de sus casos, uno un tanto extravagante, se cruzan en su camino varios personajes también extravagantes: dos guionistas que se meten en locos líos, un adolescente problemático y un portero de edificio con una hija también problemática que le trae de cabeza. Todo se complica de forma inesperada y el caos más delirante no tarda en llegar.
La película más floja hasta la fecha del poco prolífico Tom DiCillo es, desde mi punto de vista, esta "Doble Contratiempo" que hoy comentamos, su primera incursión en el género negro, que fusiona con su habitual comedia de situaciones y de personajes, en la que se mueve bastante mejor. Tres historias sobre la culpabilidad como eje central se dan la mano en una Nueva York llena de seres extravagantes: un detective atormentado por la muerte de su mujer y su hija, un joven problemático, unos jóvenes guionistas que buscan crear una buena historia y que lo ponen todo patas arriba con sus locas ocurrencias y un portero de edificio que tiene problemas con su hija adolescente, que está muy perdida y que le trae de cabeza. Todo se une en una trama simpática pero algo simple sobre los asuntos habituales del director: la integridad, las segundas oportunidades, el amor, las relaciones familiares, la amistad, el autodescubrimiento, el verdadero valor de la vida o el proceso creativo y sus problemas y sacrificios. Todo es solvente, pero no tiene brillantez. Le falta el toque habitual de DiCillo, le faltan personajes más redondos y entrañables, le faltan actores y actrices mucho más inspirados, le faltan diálogos más personales, le falta un retrato social más certero y hasta le falta una intriga negra más interesante y contundente (y sí, joder, el humor del conjunto y algunas situaciones se parecen demasiado al cine de Quentin Tarantino, digan lo que digan). Sí tiene algunas cosas buenas la película, de todas formas: Tom DiCillo es un buen director y como todo el mundo tiene sus meteduras de pata. El desenlace de la obra sorprende un mínimo, y hay actores como Steve Buscemi o Luis Guzmán que, como siempre, están estupendos y tienen mucha gracia. Y la elección de la banda sonora, viniendo de un melómano empedernido, es excelente. Y la estética tiene su personalidad habitual. No se puede decir que "Doble Contratiempo" sea una película mala, porque ni es pretenciosa, ni da gato por liebre, ni tiene errores de bulto, ni da vergüenza ajena. Tampoco se puede decir por desgracia que no sea bastante olvidable, y más dentro de una filmografía con joyitas como "Johnny Suede", "Vivir rodando" o "Caja de luz de Luna". Se puede ver con agrado, pero nada más. Nadie es perfecto, desde luego.
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