Porco Rosso
sábado, 24 de junio de 2017
OCEAN'S TWELVE de Steven Soderbergh - 2004 - ("Ocean's Twelve")
Tres años y medio después del gran golpe de Danny Ocean y sus amigos, todos ellos viven vidas alejadas de su trabajo y disfrutando de su dinero sin llamar la atención. Sin embargo, Terry Benedict no ha descansado en todo este tiempo y quiere venganza. Y va a encontrarles a todos y a exigir lo que es suyo, y con intereses muy altos.
"Ocean's Twelve" es básicamente lo mismo que "Ocean's Eleven", con pocas variantes y con menos inventiva y capacidad de sorpresa. Curiosamente, la película es digna... Si se sabe lo que se va a ver. No voy a defender furibundamente a secuelas devaluadas (nunca lo hago), pero tampoco voy a calificar a una de ellas solo por ser una secuela devaluada si, aún estando devaluada, funciona, como ahora es el caso. Vale, todo es una fotocopia de la primera entrega con algún personaje nuevo para dar el pego. Vale, todo es un refrito de lo ya visto. Vale, la trama es todavía más absurda y el desenlace tiene un porcentaje ciertamente alto de despropósito. Ok. Es cierto. Todo. También es cierto que el reparto, que repite entero, tiene carisma más que suficiente para caer bien y hacer gracia. También es cierto que no contiene escenas vergonzantes, ni chistes patéticos, ni salidas de tiesto excesivamente absurdas en el guión, que es un fuego de artificio sin ninguna pretensión más allá de, simplemente, hacer pasar un buen rato al espectador mientras se atiborra de palomitas y refresco. Y también es cierto que estéticamente el filme es bonito y coherente, las localizaciones nuevas, europeas, tienen su chicha, y su aura "cool" y su sofisticación impostada no se toman demasiado en serio a sí mismas. Escenas como las protagonizadas por Vincent Cassel, un ladrón de guante blanco que hace capoeira y que así esquiva las alarmas, son tan cachondas y desprejuiciadas que al final acaban teniendo su gracia. Y lo bueno es que Steven Soderbergh, que lo mismo hace esta película que una experimental o un drama político-social (y es puteado a veces por todas ellas), sabe de lo que va y sabe lo que hay: entretenimiento puro, que luego ya habrá tiempo para cosas más personales. "Ocean's Twelve": secuela aceptable y digna, lista para consumir y olvidar, pero que tampoco trata a nadie como a un imbécil.
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