Plena Guerra Fría. Los rusos han desarrollado un nuevo tipo de avión de combate que, extremadamente sofisticado, puede ser letal para sus enemigos del bando contrario. Se llama "Firefox", y es rapidísimo, tiene un armamento terrible y además posee un sistema de control que se basa en el pensamiento de su piloto para ser accionado. Cuando la OTAN lo descubre, envía a Mitchell Gant, veterano de Vietnam y experto piloto, para que lo robe de la base de alta seguridad en la que se encuentra... Empieza una misión que decidirá el futuro de oriente y occidente.
En el año 1982, Clint Eastwood estrena dos películas: en junio llega "Firefox, el arma definitiva" y en diciembre "El aventurero de medianoche". Como suele pasar en estas ocasiones en las que un director se "sobreexplota", una es "la buena" y otra es "la mala". "Firefox, el arma definitiva", de la que hoy hablamos, es "la mala". Clint Eastwood, aunque ya había dirigido maravillas, era todavía un director algo titubeante y no era aún el perpetrador de obras maestras (casi siempre) que es hoy en día. "El aventurero de medianoche" era un drama genial, pero "Firefox" era una típica película de acción de la Guerra Fría sobre la Guerra Fría basada ligeramente en hechos reales y a su vez de la novela homónima de Craig Thomas. "Firefox" está dividida en dos partes: una de espionaje y otra de acción aérea. En la primera, Clint Eastwood trata de construir un thriller digno, y lo consigue por momentos otorgándole al conjunto una atmósfera seria y fría y creando unas escenas de espionaje y de acción más que solventes. En la segunda, todo se va por el inodoro en una interminable escena aérea muy pasada, alargada demasiado, para exhibir efectos especiales, que más bien parece "Top Gun" y en la que la película pierde seriedad a pasos alarmantas. Una de cal y otra de arena, y si a esto le sumanos unos personajes bastante tópicos (los rusos son de pandereta, muy cutres y típicos, demasiado), un protagonista que no está demasiado explotado (y daba para mucho más con todo el trauma de la Guerra de Vietnam a las espaldas) y un mensajito que al final es pro-americanito y anti-ruso (aunque Clint intente a veces esquivar el maniqueísmo no lo logra, tal vez por por culpa de los productores y sus imposiciones comerciales y patrioteras) pues tenemos una película del montón, muy de su época, y que hoy ha quedado envejecida y como una curiosidad de un determinado momento histórico que ya pasó. Para los completistas de la filmografía de Eastwood. Mañana hablo de "El aventurero de medianoche", que es mucho, mucho mejor.
Personalmente me gusta más la segunda parte que la primera. En "Firefox" veo dos películas muy diferentes, una historia de espías bastante lenta en ritmo y después una película de acción a raudales, realmente bien filmada por Eastwood. Creo que la primera parte me parece convencional y la segunda pura evasión, para mí, en el momento que Eastwood se sube al avión, la película realmente despega. Por una vez no coincidimos.
ResponderEliminarSaludos.