Porco Rosso
miércoles, 1 de junio de 2016
THE BOY de William Brent Bell - 2016 - ("The boy")
Greta es una joven estadounidense que, huyendo de un triste trauma y tratando de rehacer su vida, acepta trabajar una temporada en Inglaterra como niñera para el hijo de un matrimonio que sale para un largo viaje de varios meses. Cuando llega al lugar, una apartada mansión de la campiña, descubre que lo que ha de cuidar es un muñeco. Un muñeco al que sus "padres" tratan como si fuese un niño de verdad. Greta se lo toma todo en un principio como una broma, como un trabajo fácil para dos locos. Pronto, descubre con horror que el muñeco es efectivamente algo más que un simple juguete.
Sí, ya decía yo que la racha de ver buen cine de terror no podía durar mucho. Otro estreno de mierda acabamos de tener del género: "The Boy". Perpetrado por William Brent Bell, el que ya nos atormentó en 2012 con ese horror llamado "Devil Inside". ¿Qué se puede esperar? Pues Lauren Cohan, venida de series como "Crónicas Vampíricas", "Supernatural" o "The Walking Dead", es una chica que huye de un pasado triste (qué raro) que se instala en una apartada mansión de la campiña inglesa una temporada para superar su trauma (qué raro) y para cuidar a un niño un tanto extraño (qué raro). El niño de marras resulta ser un muñeco al que sus padres, dos viejos freaks, miman como si tuviese vida propia y estos padres se van de viaje de vacaciones y la dejan a ella sola en la mansión para cuidar al muñeco (qué raro). Ella al principio se lo toma a broma eso de cuidar a un juguete, pero después empiezan a pasar cosas. Ostias, qué raro. En fin, ¿qué les vamos a contar a estas alturas? Toda la colección de tópicos del género está aquí otra vez, con los cambios de lugar esperables de siempre del muñeco susodicho, con los sustos efectistas de siempre basados en golpes de sonido, con la trama chorra de siempre basada en traumas familiares baratos, con los secundarios pamplinas de siempre que no sirven para nada y con un desenlace bastante cutre y mal desarrollado. Y todo lleno de incongruencias y de errores de rodaje de bulto: la protagonista duerme siempre en vaqueros, es de noche supuestamente pero fuera de las ventanas se ve luz diurna, la casa está siempre con las luces encendidas (incluso en los cuartos más remotos), los padres del "muñeco" hacen tonterías forzadas para que la trama vaya a alguna parte, la protagonista hace también tonterías que comprometen su vida como si fuese a meter una pizza en el horno, el ex novio de la protagonista se teletransporta como y cuando le da la gana (aparece por la casa sin avisar y sin equivocarse venido desde los Estados Unidos, entra sin llave y se pone a jugar al billar tranquilamente mientras la protagonista se despierta y desayuna, oigan, y nos quedamos todos tan panchos) y, por supuesto, todo termina con las carreras de siempre por los pasillos oscuros de siempre. Empezamos el mes con un bodriazo de los grandes.
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jjajajja qué mal rollo me da!
ResponderEliminarUn saludoOo enorme!!
Yo a Lauren Cohan la vería aunque fuera leyendo el Marca. Quizás por eso me disgustó menos. Eso sí, los últimos veinte minutos son de película de Ozores...
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