Porco Rosso

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viernes, 22 de abril de 2016

MACBETH de Justin Kurzel - 2015 - ("Macbeth")


Macbeth es un valeroso y justo noble escocés al que tres brujas vaticinan algo que nunca esperaba: va a ser coronado rey. Cegado por el poder y por la ambición desmedida junto a su mujer, planea entonces un terrible asesinato: el de su propio soberano, el rey Duncan. Macbeth está a punto de sumergirse en una espiral de degradación y de violencia de la que nunca más va a salir.


Segunda película de Justin Kurzel tras la sobrecogedora "Snowtown" y nueva versión del drama de "Macbeth" de William Shakespeare, producida ahora en el Reino Unido. Desgraciadamente, el director australiano no consigue alcanzar la cota de perfección de su mencionado anterior filme en este caso. Su "Macbeth" de 2015 está muy bien rodado, y consigue recrear un ambiente onírico magistral, que complementa con unas escenas de batalla muy espectaculares y bien llevadas (a veces a cámara lenta) que conducen a la obra a un esplendor técnico fantástico. Le sumamos a ello las interpretaciones destacadísimas y muy sentidas de un elenco que vive en su sangre al inmortal creador inglés. Los protagonistas, Michael Fassbender y Marion Cotillard, están soberbios, espléndidos, y transpiran gravedad y dolor, megalomanía y sensibilidad, locura y desvalimiento. Los secundarios, grandes como David Thewlis, Paddy Considine o Sean Harris, no les andan a la zaga. Y a pesar de todo, la película falla. ¿Por qué? Por dos cosas esenciales, creo. La primera: Justin Kurzel, a pesar de los cambios de escenarios que realiza, se limita a rodar teatro filmado. Es fiel al texto original y lo trata con máximo respeto, pero comete ese error que tantos adaptadores de teatro a cine cometen y, por ello, a pesar de todos sus esfuerzos y los de sus actores, la película queda demasiado fría. El traslado al lenguaje cinematográfico que realiza no es como el que hicieron, por ejemplo, Orson Welles, Akira Kurosawa o incluso Roman Polanski en sus versiones dinámicas y novedosas del clásico que tratamos. Por otra parte, el excesivo onirismo del filme termina de lastrarlo todavía más. Demasiado ambiente enrarecido, demasiada semioscuridad, demasiado sopor crea eso mismo... Sopor. La película se hace lenta, muy lenta, y termina perdiendo las emociones que quiere suscitar. Incluso este "Macbeth" del pasado año resulta finalmente aburrido, pues acaba perdiéndose en escenas excesivamente espesas en todos los aspectos. Una pena, porque técnicamente es maravilloso.


1 comentario:

  1. La veré sin duda alguna por Marion Cotillard y Michael Fassbender, me encantan estos dos intérpretes!!!

    Un saludoOo enorme!!

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