Porco Rosso
viernes, 9 de octubre de 2015
MACHETE de Robert Rodríguez - 2010 - ("Machete")
Machete es un inmigrante mexicano que deambula por Texas sin hogar y ofreciendo sus manos como jardinero. Un día, alguien contacta con él... Para proponerle un trabajo un tanto particular. Machete no es realmente quien parece ser: es un hombre casi invencible y con un pasado terrible a sus espaldas, un pasado que va resurgir cuando se deba enfrentar a uno de los peores casos de corrupción y violencia de la historia de México y los USA.
Que Robert Rodríguez desde hace ya bastantes años está muy de capa caída es un hecho indiscutible. Sin embargo, de vez en cuando, y sin que sean ninguna maravilla, ha entregado cositas por lo menos salvables. Una de ellas es "Machete" (su primera entrega, la segunda es vergonzosa), la película de uno de los spots publicitarios de "Grindhouse", la película, valga la redundancia, que co-dirigió el director en 2007 con Quentin Tarantino. "Machete" es lo que es: una parodia bastarda de las cintas de acción de serie B y de toda la cutrez que las rodea. Como lo era "Grindhouse". Y la falta de pretensiones es total y eso alza a una película que no tiene otro objetivo que realizar homenajes chorras y divertir al personal. La idea es muy parecida a la de "Los Mercenarios" de Sylvester Stallone. De hecho, Danny Trejo, Machete, debería estar en la cuarta entrega, si la hay, de la saga del intérprete de Rocky y Rambo. El mencionado Trejo, que ya había aparecido como secundario en varias películas de Rodríguez, es como he dicho Machete, un mexicano invencible que suelta frases lapidarias, que busca venganza, que salva siempre la situación, que mata él solo a los malos (y a ejércitos enteros también) y que se tira a todas las tías buenas. Y su rival es nada más y nada menos que Steven Seagal (otro que igualmente debería aparecer en "Los Mercenarios"), que se parodia a sí mismo como el malo malísimo de la función. Y hay otros papeles para Robert De Niro, Jessica Alba o Michelle Rodríguez, que como los mismos Robert Rodríguez, Trejo y Seagal, se lo toman todo a guasa. Y, por supuesto, hay acción absurda, explosiones delirantes, tiros por todas partes, chicas enseñando cacho, testosterona, humor diarreico y cutrez por un tubo.
Que nadie se engañe; "Machete" es lo que es: un espectáculo colosalista y paródico totalmente desprejuiciado y consciente de que él mismo no es más que eso. La falta de pretensiones total ha salvado a Robert Rodríguez en más de una ocasión, y aquí vuelve a hacerlo. A mi me gusta todo tipo de cine, y eso incluye a películas como ésta, que desde luego me hace pasar ratos desternillantes acompañado de amigos, cervezas y comida basura a raudales. Hay momentos para Orson Welles y para Woody Allen y hay momentos para "Machete" y otras alimañas con gracia. Eso sí, a Rodríguez la jugada no le salió bien en "Machete Kills", su horrenda secuela, que llegó dos años más tarde y que comentaré mañana.
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