Porco Rosso
miércoles, 8 de octubre de 2014
COONSKIN de Ralph Bakshi - 1975 - ("Coonskin")
Al perder su casa, embargada por el banco, Hermano Conejo, Hermano Oso y Predicador Zorro se trasladan, sumidos en la pobreza, al barrio neoyorkino de Harlem, el que según les han dicho es "el hogar de todo hombre negro". Allí, su vida se vuelve todavía más caótica: un infierno de violencia, corrupción, represión y fanatismo se abre ante ellos... Y los engulle.
Controvertida y muy polémica desde incluso antes de su salida comercial, estrenada en su día en muy pocas salas y posteriormente revalorizada como se merece, "Coonskin", una suerte de parodia de la película para niños "Canción del Sur", es, según muchos, la mejor película de Ralph Bakshi y, también, la más conseguida de las suyas según el propio autor. Vuelve el estilo de "Fritz el gato" y "Heavy traffic" por tercera vez, solo que ahora el turbo que se le mete a lo turbio las deja completa y absolutamente en pañales. El filme es otra sátira social más en la que se vuelve a mezclar la animación con la imagen real y que presenta la aventura de un grupo de animales antropomorfos (Hermano Conejo, Hermano Oso y Predicador Zorro respectivamente) que tienen entuertos de toda clase esencialmente con la mafia y con la policía (corrupta en gran parte, por supuesto). Cuando digo que el turbo se lo ha puesto Bakshi a lo turbio, no exagero: "Coonskin" es una película poderosamente feísta, de aura decadente, de decorados oscuros y personajes cargados de "mal rollo", crudísima y violentísima y tremendamente sexual (en su día, en el que la animación era considerada en líneas generales algo "para niños", tuvo que ser espectacular entrar en una sala y verla). Como "Heavy Traffic", retrataba el mundo de los bajos fondos de los Estados Unidos y era muy crítico con la situación de crisis económica que en aquella época se vivió (la Crisis del Petróleo que comenzó en 1973 y que tuvo consecuencias prácticamente hasta el inicio de la década de los ochenta).
La animación es una delicia y los protagonistas, que aportan sus voces y sus imágenes reales a la cinta, son nada más y nada menos que los actores Philip Michael Thomas y Charles Gordone y los músicos Barry White y Scatman Crothers. Bakshi no deja títere con cabeza: la crisis económica, la falta de oportunidades, la violencia, la mafia, la corrupción, la represión sexual, el fanatismo político y religioso y, sobre todo, el racismo, son sus puntas de lanza. Como he dicho, la cinta fue muy polémica, aparte de por mostrar todo esto sin tapujos, por satirizar el "blaxploitaiton", el género "negro" (de la raza y la cultura negra, se entiende) que estaba tan de moda en aquellos años setenta. "Coonskin" fue de hecho destrozada por el Congreso para la Igualdad Racial de los Estados Unidos y tachada de racista. Lo cierto es que Bakshi critica el mencionado "blaxploitation" con dureza, pero las críticas no recaen únicamente sobre personajes afroamericanos. "Coonskin", hoy por suerte revalorizada como se merece, es una obra inimitable y de culto y una de las cumbres de su a veces demasiado poco valorado creador.
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¡Qué casualidad! Precisamente la vi hace un par de semanas y coincido con tu análisis, me parece la mejor película de Bakshi... con diferencia. Al parecer, el término 'coonskin' es la forma abreviada de 'raccoon skin' (literalmente, piel de mapache, pudiéndose traducir libremente como 'negrata'), el denigrante apelativo común que reciben los negros en algunos estados sureños de los USA. Coonskin fue una película incomprendida en el momento de su estreno... pero que radiografía con enorme acierto y mala baba el espíritu de la sociedad americana de su época, incluyendo esa versión femenina y despechada del Tío Sam que durante la película actúa como metáfora del racismo que todavía a día de hoy continúa profundamente implantado por aquellos lares.
ResponderEliminarSaludos.