Porco Rosso

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viernes, 22 de febrero de 2013

SHORTBUS de John Cameron Mitchell - 2006 - ("Shortbus")


"Shortbus" es un local de Nueva York en el que personas de toda clase y condición se reúnen para hablar, divertirse y practicar sexo. Allí, se encuentran un grupo de hombres y mujeres desorientados: una pareja gay que está a punto de entrar en una terrible crisis; una pareja heterosexual en la que ella, que es terapeuta sexual, finge los orgasmos porque nunca en su vida ha tenido uno; un joven con el que la primera pareja está interesada en hacer un trío, un chico misterioso que se dedica a espiar a la primera pareja y una dominatrix emocionalmente inestable y que se siente muy sola. Entre todos van a intentar salir adelante y dejar a un lado sus miedos y sus traumas.


“Shortbus” es la segunda película dirigida por John Cameron Mitchell tras el genial musical “Hedwig and the Angry Inch”. En ella nos vuelve a narrar una historia de relaciones personales y de encuentros sexuales y sentimentales, aunque esta vez el protagonista es coral. Está ambientada dentro y alrededor de un local de Nueva York llamado como el propio filme e inspirado en locales reales en el que gente de toda clase y condición se reúne para divertirse, para hablar de toda clase de asuntos y para practicar toda clase de sexo. Los actores y las actrices, reclutados entre personas no profesionales (muchos del mundo del arte underground), dan vida a un grupo de personajes emocionalmente perdidos en un mundo que cada día les resulta más extraño, especialmente tras los acontecimientos del terrible 11 de septiembre en su ciudad. Una de las particularidades que más ha dado fama y cierta polémica a esta cinta ha sido la de sus escenas de sexo: sus intérpretes las consuman absolutamente todas y la cámara las capta de esta forma. En mi opinión, aunque imprimen una cierta personalidad y atrevimiento al conjunto de la obra, no son lo más importante: a través del sexo real que los personajes de Cameron Mitchell practican descubrimos sus confusos y atormentados mundos interiores, y también a través de este mismo sexo real ellos se redimen, se encuentran a sí mismos o encuentran las razones para vivir o la manera de superar sus malas etapas.


Estos personajes son una pareja gay que se quiere con locura pero que está a punto a ser asaltada por una brutal crisis a causa del tormento de uno de ellos; una pareja heterosexual en la que la mujer, psicóloga especializada en sexo, finge todos los orgasmos; un joven que se presta a hacer un trío con la primera pareja y que a partir de ahí establece una relación especial con ellos, un misterioso chico que espía a esta primera pareja y una dominatrix inestable que se siente muy sola. “Shortbus” es, en mi opinión, una película esencialmente sobre sentimientos muy diversos con una visión del referido sexo como elemento salvador, sexo que aparece tratado con una gran dignidad y respeto y que, a pesar de mostrarse sin censurar absolutamente nada, no resulta en ningún momento efectista ni da la sensación de estar concienzudamente preparado para escandalizar (y por otra parte tampoco creo que sea tan abundante como comentan).


Uno de los puntos fuertes de "Shortbus" son sus excelentes diálogos, y estos abarcan una gran variedad de asuntos, tratados algunos fugazmente, eso sí: sexo, sentimientos, relaciones humanas, arte variado, traumas que condicionan toda una vida, destierros emocionales, soledad, decepciones, miedo al futuro… Se incluyen en ella hasta menciones a asuntos de política (especialmente en el contexto post 11 de septiembre en el que el filme se sitúa). Todos los temas desembocan en un mensaje pacifista y a favor del sexo y del amor, considerados un motor de la vida. La dirección es ágil y el estilo lleno de colorido y con ciertos toques de musical (la banda sonora es excelente). También, una vez más, Cameron Mitchell incluye unas originales y preciosas escenas de animación en su filme. Por supuesto, “Shortbus” ha encantado a unos y ha desquiciado a otros. ¿Creéis que es una película pretenciosa o que únicamente busca escandalizar?

1 comentario:

  1. A mí me gustó mucho más "Hedwig and the angry inch", que posiblemente sea mi musical favorito de todos los tiempos ("Once" se queda en un meritorio segundo puesto), pero lo cierto es que "Shortbus" también me parece una película muy buena. El tercer film de Cameron Mitchell, "Rabbit hole", es bastante más convencional pero también me gustó: teniendo en cuenta que Nicole Kidman obtuvo una nominación al Oscar por esa peli, es extraño que todavía no haya sido comercializada en nuestro país.

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