Porco Rosso
lunes, 19 de noviembre de 2012
SÓLO EN LA NOCHE de Joseph L. Mankiewicz - 1946 - ("Somewhere in the Night")
George Taylor despierta en un hospital. No recuerda nada de su vida anterior y los médicos le cuentan que ha luchado en la Segunda Guerra Mundial y que ha perdido su memoria a causa de haber sido herido en la batalla. Sólo tiene para reconstruir su pasado su bolsa de pertenencias. Pero su pasado tal vez va a ser un pasado muy oscuro... Pronto, George se mete en problemas, problemas que no alcanza a entender del todo... ¿Es George ahora la misma persona que marchó a la guerra? ¿Quién le ha empezado a perseguir y por qué?
Posiblemente no sea uno de los grandes thrillers de la edad dorada del género en el cine estadounidense, pero desde luego que "Sólo en la noche", la segunda película de Joseph L. Mankiewicz tras el muy flojo batiburrillo de temas de la fallida "El Castillo de Dragonwyck" , es un relato negro muy destacado, con estilo y con pulso en todos los aspectos. Aparecida en 1946, justo después del fin de la Segunda Guerra Mundial, narra la historia de un soldado que, al retornar de la referida contienda, ha perdido sus recuerdos y es una persona muy diferente de la que marchó a luchar (la crítica social fresca está bien presente, como en tantas películas del director) y que se ve envuelto sin comprender del todo por qué en una trama criminal de la que supuestamente el formó parte en los años de la pre-guerra. El tristemente malogrado John Hodiak (que murió con sólo 41 años de un repentino ataque al corazón sin haber terminado de despegar en su carrera) es cierto que no es Humphrey Bogart ni James Cagney, por poner dos gruesos ejemplos, pero cumple interpretando al perdido protagonista, mientras que los secundarios que le acompañan hacen lo propio con la habitual galería de personajes del género: mafiosos, criminales de poca monta, policías y detectives, mujeres fatales y no tan fatales... La ambientación es muy destacada y está excelentemente fotografiada en blanco y negro; los escenarios son tan elegantes como oscuros y tienen su toque sórdido bien medido. La trama se mueve con fluidez y presenta hechos sin cesar que la enriquecen constántemente y que introducen al espectador en el habitual juego de apariencas en el que él mismo ha de colaborar para resolver el misterio final. Los diálogos por otra parte no son perfectos (y más viniendo de Mankiewicz), pero cumplen su función, mientras que las escenas de acción son destacadas y el mensaje social, como he comentado, está bien presente, explorando tal vez sin una profundidad muy honda (bueno, el filme no es un "Taxi Driver", pero tampoco pretende serlo) pero desde luego con solvencia el nuevo papel de los ex-soldados en la nueva sociedad de los USA, ex-soldados que vienen marcados por los traumas de la batalla y que encuentran problemas para reintegrarse.
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