Violeta es una mujer que vive en Rota y que trabaja en karaokes imitando a su idolatrada Lila Cassen, una gran estrella de la música que se hizo famosa en los años noventa pero que lleva una década desaparecida y sin grabar ningún disco. La vida de Violeta está llena de problemas: no tiene mucho dinero y su hija Marta es una joven conflictiva y maltratadora que la trae por el camino de la amargura. Una noche, sin embargo, todo esto cambia de golpe... Algo maravilloso que no esperaba en absoluto le ocurre.
Carlos Vermut, uno de los directores nuevos más originales del panorama español, regresa a las pantallas con "Quién te cantará", su tercera película, que me ha gustado más que la para mí algo fallida "Magical Girl". En este caso, el creador madrileño entrega un drama de dualidades ambientado en el mundo de la música. Una cantante que se hizo famosa en los noventa, tras un accidente, necesita a su mejor imitadora, que la adora, para que le enseñe a ser cómo era ella misma. Premisa muy interesante que no decepciona. Najwa Nimri y Eva Llorach bordan dos papelones geniales con una química asombrosa y Vermut las lleva con fluidez por una historia lúcida en la que se analiza cómo cambia la fama a las personas como un arma de doble filo, cómo la cultura mainstream nos influye a todos y cómo algunas personas, valga la redundancia, viven solamente pendientes de sus ídolos y sus sueños frustrados (ya sean estas personas famosas o no). Alrededor de todo ello, bailan las relaciones entre madres e hijas, entre agentes y artistas, entre genuinos e imitadores, entre la verdad real y lo puramente azaroso. Muchas reflexiones, mucha ambigüedad lúcida, y un tempo ideal y también un equilibrio perfecto entre lo cotidiano y lo turbio que retrata cómo la incomunicación y la histeria del mundo moderno, con sus exigencias y frustraciones, nos destrozan en nuestros propios hogares. Estética de cien, obnubilante, bella y conscientemente cutre, de pastiche. Y unos diálogos clavados y también unos secundarios fantásticos. Muy notable retorno de Carlos Vermut: recomendable para verla en los cines.
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