Jessie y Gerald, tras muchos años casados, están pasando por una larga crisis de rutina y apatía. Por eso, se marchan unos días a su apartado chalet, en plena naturaleza, para pasar tiempo juntos, tratar de descansar y probar nuevos juegos sexuales con los que revitalizar su pasión. Algo inesperado ocurre... Y empieza una fatal pesadilla.
Mike Flanagan se está convirtiendo por méritos propios en uno de los mejores directores de terror actuales. Ha tenido sus patinazos, pero películas como "Oculus" o "Hush" o series como la fascinante "The Haunting of Hill House" (que estoy todavía terminando: hablaré de ella cuando lo haga) le han colocado en un muy buen lugar, e incluso con simples precuelas de encargo como era "Ouija: El origen del mal", lo hizo bien y aportando algo útil y digno. Antes de la serie de la mencionada Hill House, el año pasado, adaptó la novela de Stephen King "El juego de Gerald", y la verdad es que lo ha hecho de forma genial. Carla Gugino está absolutamente inolvidable como la protagonista, una mujer que vive una desagradable aventura. Creo que es mejor no contar casi nada de esta película: tan sólo decir que la vean sin prejuicios. Me ha parecido apasionante, no solamente por lo que narra, que es extremadamente angustiante y brutal (tiene algunas escenas que ponen de verdad los pelos de punta), sino por la capacidad que tiene la trama para bucear en el universo personal de la protagonista con escenas oníricas y simbólicas maravillosas y llenas de lúcidas metáforas. "El juego de Gerald" es un descenso a los infiernos interiores y exteriores, reflexivo, serio, y que además está cargado de sorpresas. Sólo el desenlace y la forma en la que está resuelto es ya de por sí un portento. Véanla: es una de las películas de su género más serias y redondas en bastante tiempo.
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