Porco Rosso
viernes, 12 de octubre de 2018
LOVE ACTUALLY de Richard Curtis - 2003 - ("Love Actually")
Londres a pocas semanas de la Navidad. Un chico se siente extrañamente triste en la boda de su mejor amigo. Un hombre viudo pasa por una crisis y para colmo se ha quedado solo con su hijo pequeño. Un hombre casado recibe insinuaciones de una bella compañera de trabajo. Dos compañeros de oficina se sienten increíblemente atraídos el uno por el otro. Un escritor se enamora de una chica portuguesa de la que no sabe prácticamente nada. Un joven desea viajar a los USA porque allí le han dicho que el sexo casual es fácil de conseguir. Dos figurantes de películas tienen que hacer unas escenas sexuales algo incómodas. El presidente de la nación piensa mucho en una de sus trabajadoras. Un viejo rockero siente algo especial con la llegada de las fechas navideñas. Todas estas historias están enlazadas.
El inglés Richard Curtis, responsable de guiones como el de "Nothing Hill", es un director de comedias románticas que ha aportado una cierta calidad a sus películas, encorsetadas en un género bastante difícil. Su filmografía se compone de la comentada "Love Actually", de la comedia sobre las radios piratas "Radio encubierta" y de la nueva comedia romántica "Una cuestión de tiempo".
"Love Actually" es una de las mejores comedias románticas de la historia. Con sus cosas buenas y malas, con sus méritos y defectos. Con un reparto de infarto, de grandes caras conocidas, dispone un retrato coral de varias historias de amor y de desamor de toda clase y de todas las generaciones que se van enlazando en un divertido rompecabezas. Son simples, pero sinceras y emotivas. Y, además, no todas son felices y alegres: uno de los principales valores del debut en la dirección de Richard Curtis es que esquiva con limpieza sin par el "happy end" por el "happy end", incluso tratándose éste de un filme navideño (y ya saben cómo suelen ser los filmes navideños). Como en la vida misma, vamos a encontrar aquí relaciones que funcionan y relaciones que no funcionan, y personajes de toda clase: mejores y peores, solteros, casados, viudos, con hijos y sin hijos, frustrados y contentos. Y no vamos a encontrar tampoco un desenlace complaciente, en absoluto. Otro gran acierto del director es que todo está expuesto sin abusar de lo dulce, de lo ñoño, de lo más estrictamente comercial: es una comedia romántica, vale, pero es seria, y no busca emocionar de forma artificial y forzada. Su ritmo es muy fluido y se pasa en un vuelo, y además los gags son los idóneos y el humor entrañable pero a veces irónico y agridulce funciona a la perfección en casi todos los segmentos.
Y el reparto del filme está además en un total estado de gracia: todos y todas. Es muy difícil no encariñarse con prácticamente todos los personajes que deambulan por la película, hasta de los meros figurantes (impagable el cameo desternillante de Rowan Atkinson). Me sobran algunas historias descompensadas y con menos protagonismo (algunas son claro relleno como la del chico obsesionado con viajar a los USA para tener sexo fácil), y la del presidente de la nación es bastante ingenua, la verdad. También creo que el retrato de las parejas gays que hace no es claro ni abierto, ni combativo. Vale, estamos en 2003, pero eso no es una excusa, y no hace tanto tiempo desde aquel año. El resto, es genial. Ojalá todas las películas de su género fuesen como ésta, tan bien acabadas y tan adictivas. Tuvo un cortometraje spin-off el año pasado, por cierto: "Red Nose Day Actually".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario