Porco Rosso
lunes, 1 de octubre de 2018
LAS ÚLTIMAS SUPERVIVIENTES de Todd Strauss-Schulson - 2015 - ("The Final Girls")
Max es una estudiante que va al cine con sus amigos para ver la reposición en sesión doble de las dos primeras entregas de "Camp Bloodbath", un sangriento "slasher" de los años ochenta que es un clásico de culto. Algo extraño ocurre durante la proyección... Y Max y los suyos se ven arrastrados a una delirante realidad alternativa...
Todd Strauss-Schulson es un director norteamericano especializado en comedia que, sin destacar especialmente por nada, tiene alguna película graciosa como la que hoy comentamos. Su filmografía se compone de "Dos colgaos muy fumaos en Navidad", de "Las últimas supervivientes" y de participaciones en diversas series. Está preparando la nueva comedia "Isn't It Romantic".
"Las últimas supervivientes" ni es la comedia definitiva, ni es la película de terror definitiva, pero sí que es una comedia de terror, valga la redundancia, divertidísima. Un grupo de amigos va al cine a ver la reposición de un viejo slasher de los años ochenta y acaba atrapado en la película. Todo es cachondeo libre de prejuicios para homenajear a este género que empezó serio y terminó resultando chorra. La película que se lleva las principales referencias es, por supuesto, "Viernes 13": los protagonistas se enfrentan a una suerte de Jason y viven mil aventuras absurdas. El filme no tiene ni una pretensión salvo divertir y hacer guiños, y es deliciosamente surrealista y delirante: muertes tontas, sangre porque sí, caracteres deliciosamente estereotipados, metacine del barato pero genial, resurrecciones, momentos romanticones exagerados y una ambientación muy naif, llena de colorido de corte televisivo y hasta de estética de puro dibujo animado. Es cierto que a veces es una película algo burda y poco original, y que los gags son esencialmente gruesos y brutos. Sin embargo, e insisto, sin ser "Las últimas supervivientes" una grandísima maravilla, es una parodia extremadamente entretenida y entrañable, y tiene incluso un desenlace con bastante gracia. Recomendable para un día de nostalgia ochentera y ganas de pasar un buen rato de cachondeo.
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