Porco Rosso
viernes, 28 de septiembre de 2018
THE RIDER de Chlóe Zhao - 2017 - ("The Rider")
Brady es un joven y experto domador de caballos y una gran estrella del rodeo, una de las más grandes de su estado e incluso los estados vecinos. Sin embargo, durante una de sus exhibiciones, se calló de su corcel y se dio un brutal golpe en la cabeza. Por suerte, parece estar recuperándose. A pesar de ello, encuentra ciertas dificultades para volver a montar y su cuerpo a veces no le responde como debería. Brady, sin embargo, no está dispuesto a rendirse: lo único que ama en el mundo son los caballos, su pasión, y sin ella la vida no tiene ningún sentido.
Chlóe Zhao es una directora chino-estadounidense que ha realizado hasta la fecha dos películas, ambas encuadradas en el género del drama: "Songs my brother taught me" y "The Rider".
"The Rider" ha conseguido cautivarme, y eso que verdaderamente un mundo como el del rodeo, en el que los animales son maltratados por diversión, no es que sea precisamente de mi agrado. Por eso creo que tiene esta película tanto mérito. Chlóe Zhao, con actores no profesionales que se interpretan a sí mismos, narra la historia de un fanático de este deporte que, en su juventud todavía, recibe un golpe brutal en la cabeza mientras practicaba su pasión y se ve obligado a renunciar a ciertos sueños. El filme es un retrato de esa América profunda contemporánea que es un personaje más de su trama, un lugar de costumbres que parecen acabadas pero que no lo están, de vidas al límite, de frustraciones y maravillas, de brutalidad y de amistad y amor y muy ambiguo. Sorprende especialmente el hecho de que el protagonista, domador de caballos, los ama con toda su alma, a pesar de que ambiguamente como he señalado se dedica a domesticarlos y a someterlos. Zhao no juzga: simplemente, graba, y consigue un tono que es casi de documental. "The Rider" es un filme tremendamente lírico, poético, evocador, que toca la última fibra del espectador. La fotografía es preciosa, los paisajes esplendorosos, y algunos momentos dramáticos ponen los pelos de punta. Habla de la persecución de los sueños, de las renuncias cotidianas, de la tiranía del maldito dinero, de la fraternidad por encima de todo y de la fatalidad atávica de los restos de un universo cerrado sobre sí mismo, preso y libre a la vez. El actor protagonista, Brady Jandreau, se merece un premio. O miles. "The Rider" es una pequeña gran maravilla que cala hondo.
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