Abel es un político andaluz que está arrasando con sus promesas de un programa dedicado a la gente humilde, a la gente que sufre. Tiene una carrera meteórica por delante y es muy popular y querido. Su mujer, Nora, le adora, y él también a ella: todo va muy bien para los dos. Un día, sin embargo, personas del pasado de ambos vuelven a hacer acto de presencia en sus vidas... Y las cosas empiezan a enturbiarse y a complicarse.
No me ha convencido el debut en el largometraje de Jota Linares. "Animales sin collar", basada libremente en la obra teatral mítica "Casa de muñecas", del noruego Henrik Ibsen, a la que homenajea, retrata una historia feminista de decepción e injusticia en algún lugar de Andalucía y con un trasfondo político de elecciones. Muy buenas intenciones y ganas de hacer algo diferente y, además, de hacer cine social, que es algo que yo valoro muchísimo porque pienso que, en líneas generales, es algo que falta en el panorama español desde siempre, a pesar de que en los últimos años con los thrillers que ha propiciado la crisis económica esto ha cambiado bastante. "Animales sin collar" empieza de forma interesante, con una trama política sobre el valor de la integridad que promete y con unos personajes que atraen. Todo se va cayendo poco a poco al suelo a causa de una historia errática, excesivamente simbólica y enigmática a veces, muy enrevesada y mal gestionada. El ritmo se resiente, muchos personajes se quedan colgando con sus subtramas completas (la chica morena y el fotógrafo sinceramente no sé qué hacen ahí), la historia general deja de ir a alguna parte y los giros empiezan a ser improvisados y forzados.
Todo esto que digo hay que sumarlo a ciertos fallos bestiales e imperdonables en algunas escenas como el hecho de que alguien que quiere grabar a otra persona en secreto sea tan descarado como para ponerle el teléfono móvil en su cara. El final del filme nos deja con una decepción. Queda todo patas arriba y el mensaje se pilla, ok, pero no es suficiente porque llevamos una hora y pico liados, perdidos, y se nos queda colgando la mitad de la película. Es una lástima, pero este debut que es "Animales sin collar" tiene tantos errores como buenas intenciones.
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