Porco Rosso
miércoles, 5 de septiembre de 2018
LA RESIDENCIA de Narciso Ibáñez Serrador - 1969 - ("La residencia")
Finales del siglo XIX. La joven Teresa llega a la residencia para señoritas de madame Fourneau, una gran casa en un lugar apartado donde se dice que se da una educación excelente para damas. Madame Fourneau es una mujer extraña que domina el centro con mano de hierro, y su alumna predilecta es Irene, que vigila sin cesar para que todo marche bien. Pronto, Teresa descubre que el lugar no es en absoluto idílico...
Aunque por desgracia será por muchos más recordado por los muchísimos, valga la redundancia, programas que aportó a la televisión española (algunos grandes éxitos legendarios de su historia), el director de cine y teatro, guionista y actor uruguayo afincado en España desde los doce años Narciso Ibáñez Serrador (conocido también con su nombre más popular de "Chicho") dirigió dos de las obras maestras definitivas del cine de terror y fantástico patrio: "La residencia" y "¿Quién puede matar a un niño?". Fue, además, uno de los indiscutibles introductores de dichos géneros (especialmente del terror) en España con su inolvidable serie "Historias para no dormir" y su posterior y más actual relanzamiento "Películas para no dormir", que él coordinó. Por desgracia, como he comentado, se alejó muchísimo e inexplicablemente del arte cinematográfico para centrarse más en la televisión, en la que desarrolló una carrera fulminante con programas míticos como "Un, dos, tres... Responda otra vez", "Waku Waku", "Hablemos de sexo" (uno de los primeros programas españoles en los que este entonces polémico asunto ocultado por la rancia moral de la dictadura era tratado sin tapujos y sin efectismos), "Luz roja" o "El semáforo". Lleva desde 1976 sin dirigir un filme largo para las salas. Una pena, repito, que el gran talento cinematográfico de este director se decantase finalmente casi exclusivamente por la mencionada televisión (aunque incursiona con algo más de regularidad en el teatro).
"La residencia" es una obra maestra imprescindible del cine de terror español. Fue la primera película de este país rodada en inglés para favorecer su exportación el mercado internacional, y fue un taquillazo desde el primer momento. En los últimos años de la dictadura de Franco, se las ingenió Ibañez Serrador para crear un mundo claustrofóbico e increíblemente morboso, de fantasías y frustraciones perversas enclaustradas en un ambiente enrarecido y muy sexual, en el que recreaba un juego constante de poder y humillación, de sometedores y de sometidos que intercambiaban sus papeles, abierto a todo tipo de interpretaciones (no han faltado las que dijeron que en realidad se estaba hablando de la mencionada dictadura). El guión da una sorpresa tras otra, disloca las posibilidades, cambia de foco sin cesar, para ponernos los pelos de punta con una trama de total infarto que parece increíble que haya sido rodada en la España de finales de los sesenta y principios de los setenta. El plantel internacional, encabezado por una inconmesurable Lili Palmer totalmente espectacular, está del todo inolvidable, y la reflexión moral que se realiza sobre las tiranías cotidianas, extrapolables a muchos otros contextos, es lúcido y certero. Hay escenas de una dureza sin par que han quedado para el recuerdo y que siguen sorprendiendo. Contiene, por cierto, los dos primeros asesinatos explícitos a cámara lenta de la historia del cine español. Luego, "Chicho" rodaría la también impresionante "¿Quién puede matar a un niño?". Imprescindibles ambas.
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