Balto es un mestizo entre perro y lobo que malvive con sus amigos el ganso Boris y los osos polares Luk y Muk en los alrededores de la pequeña ciudad de Nome, en Alaska. Marginado por los perros e ignorado por los lobos, no tiene ni un lugar ni una identidad propias. Un día, la perrita Jenna, la única que le acepta y le respeta, le dice que su ama, Rosy, está gravemente enferma de difteria, como otros tantos niños, y que la medicina se ha agotado y es imposible traerla de otra ciudad debido al brutal temporal que azota la zona. Balto va a tomar una decisión que va a cambiar su vida...
"Balto" fue una de esas películas de los años noventa que, de manos de compañías como la Universal, trataban de emular el estilo de Walt Disney y que tuvieron una suerte y una calidad irregular, como la propia "Rex, un dinosaurio en Nueva York", que produjo Steven Spielberg y que dirigió el mismo Simon Wells. Basada en la historia real de un perro conductor de trineo que salvó la vida de varios niños enfermos tal y como se cuenta en el filme, "Balto" es una película muy bella que ha sido bastante olvidada de forma, pienso, injusta. Sigue la estela de los clásicos del susodicho Disney: personaje que lucha contra la adversidad y se supera a sí mismo y a su contexto discriminatorio y encuentra el amor y la amistad. Todo está sin embargo trabajado con mimo, desde la muy hermosa animación (en especial el tratamiento de la luz me parece genial) hasta los personajes (protagonistas magníficos, secundarios con mucho carisma -en especial Boris y los osos polares- y un villano despreciable y de altura). El mensaje contra el racismo y a favor de la valía personal independientemente de los orígenes está bien expuesto y sin demagogias, y el filme tiene una acción frenética, un humor muy bien integrado y un cierto toque adulto y serio, romántico y melancólico, con momentos muy líricos, que destaca. En este caso, Simon Wells se desmarca de lo fallida que era "Rex, un dinosaurio en Nueva York" y entrega un filme animado más que notable que creo que merece ser más reivindicado. Tras "Balto", pasaría a Dreamworks para encargarse de "El Príncipe de Egipto", la cual comenté hace varios meses en esta etiqueta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario