Irán. Años ochenta. El país está en guerra contra su vecino Irak y la dictadura islámica es férrea y brutal. Shideh es una mujer de Teherán que, por haber pertenecido a un grupo político de izquierdas, tiene prohibido estudiar Medicina, la carrera que anhela realizar. Para colmo, ha visto reducidos sus derechos y se ha convertido legalmente, como todas las mujeres, en un simple apéndice de los hombres que además ha de ir cubierta con un velo. Su vida está llena de frustración y, cuando su marido ha de partir al frente, se queda sola en casa con su hija Dorsa presa del aburrimiento y del hastío. Algo, sin embargo, empieza a ocurrir... Las dos empiezan a notar una extraña presencia en su hogar...
No es perfecta, pero me ha sorprendido mucho "Bajo la sombra", el debut del británico-iraní Babak Anvari, una co-producción entre el Reino Unido, Qatar y Jordania que nos lleva al Irán de los años ochenta, al de la guerra contra Irak (que tuvo lugar desde 1980 hasta 1988) y al de la peor dictadura islámica para narrar la historia de una madre y una hija que, solas en su casa de Teherán durante los bombardeos, se enfrentan a una extraña presencia fantasmal. La combinación es efectiva y novedosa, y aunque el cuerpo no tanto, el filme tiene algunos momentos verdaderamente potentes y algunos sustos apañados, sobre todo en su desenlace. Además, hace una brutal crítica a la dictadura religiosa del país de ascendencia de su director y de la situación de la mujer allí: obligada a cubrirse, a ser un peón de los hombres de su familia y condenada, en el caso de la protagonista, a no poder estudiar la carrera que desea por haber pertenecido durante la revolución contra el anterior gobierno del shá a un grupo político de izquierdas. Veo en "Bajo la sombra" una metáfora de esta situación de las mencionadas mujeres en el país iraní y en otros musulmanes: sin hacer spoilers, puedo decir que la presencia que acosa a la protagonista y a su hija, en una casa en la que además no está presente la figura masculina en ese momento, es una alegoría de su opresión, de su obligación de ir cubiertas con telas, de la asfixia que sienten en una sociedad dictatorial y extremadamente machista y represiva. Por lo menos, yo lo he visto desde este prisma.
"Bajo la sombra" no es perfecta sin embargo, como he dicho antes: está alargada en exceso y tiene momentos que por ello son demasiado aburridos. La parte central llega a ser un cierto lastre para el conjunto, especialmente porque está llena de tiempos muertos que pretenden expresar el horror del encierro de las protagonistas en su propio hogar pero que llegan a ralentizar el ritmo y a aportar, sin embargo, poco. Pero el principio del filme, con su crítica social despiadada a la dictadura religiosa iraní, y el desenlace, ya sumergido en plena acción terrorífica, son muy destacados y dan fe de que a veces se puede hacer un cine de terror por lo menos arriesgado y diferente y con claras inclinaciones sociales. Babak Anvari me ha sorprendido. Su debut en el largometraje no es una obra maestra, pero sí que nos muestra algo diferente y lo hace con dignidad.
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