Porco Rosso
viernes, 27 de abril de 2018
CAMPEONES de Javier Fesser - 2018 - ("Campeones")
Marco es un entrenador de baloncesto profesional amargado y bastante gilipollas que pasa por un mal momento personal y que, tras una bronca con el primer entrenador de su equipo en medio de un partido, es expulsado de la formación. Esa noche, borracho hasta las cejas, es pillado para colmo conduciendo de forma temeraria por la policía y condenado a tres meses de trabajos sociales. Y lo que ha de hacer le pone de los nervios: ha de entrenar a un desastroso equipo de discapacitados en un polideportivo de barrio ruinoso. La vida de Marco se convierte en un infierno. Y, sin embargo, algo está a punto de cambiar para él.
Cuando una película está bien hecha, está bien hecha, y cuando un director es bueno, es bueno. Lógica de la más barata y frase cutre donde las haya, pero es que es cierta. "Campeones" podría haber sido, en manos de un director mediocre, la cutrería de superación suprema, un truño ñoño digno de cualquier producción americana penca. Y lo cierto es que la película en sí no es original ni trae nada nuevo, y hasta uno se la sabe de memoria. Sin embargo, está tan bien hecha, con tanto mimo, con tanto cariño, el que siempre le pone Javier Fesser a todo lo que hace, que resulta maravillosa y emociona. Sí, aunque sea lo más predecible del mundo. Y lo dice uno que odia por lo general las películas de superación por considerarlas facilonas y poco ajustadas a muchos casos reales. Un Javier Gutiérrez con mucho carisma interpreta a un entrenador de baloncesto bastante gilipollas e insufrible que es condenado, por conducción temeraria y encima borracho, a entrenar durante tres meses a un equipo de discapacitados bastante desastroso y además en un polideportivo de barrio cutre y ruinoso. Se imaginan qué pasa. Fesser, sin embargo, a algo tan a priori típico, le da su personalidad: sabe, esencialmente, dar el toque justo entre el humor y el drama, y ninguno de los dos resulta ni cargante y ni falso. El humor es a veces políticamente incorrecto, a veces tierno, a veces absurdo, a veces bestia, pero siempre funciona y siempre es sincero. El drama no hace aspavientos efectistas, ni manipula al espectador para que llore por la fuerza: es totalmente natural, y a pocos creadores suele salirle tan bien y con tanta fluidez y coherencia realista. Los personajes son encantadores, y el elenco en su totalidad está en estado de gracia.
Hay muchos momentos desternillantes en esta película (me he reído muchísimo, mucho más de lo que esperaba en un principio) y otros tantos que consiguen emocionar, y con ellos se transmiten valores positivos y solidarios, de amistad y hermanamiento, pero sin hacer demagogias baratas ni insertar frases estúpidas o moralinas forzadas. "Campeones" es lo que debería ser toda comedia comercial: una película deliciosa, para todos los públicos pero de verdad, muy seria pero muy divertida a la vez, curativa y didáctica esquivando todos los lugares comunes malos del habitual didactismo de la ficción. Muy bien por Javier Fesser. Se merece sobradamente el éxito arrollador que el filme está teniendo. La comedia española tendría que ser siempre así, y, sobre todo, alejarse de los malditos tics televisivos rancios con los que la mayoría de realizadores la terminan empantanando.
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