Porco Rosso

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martes, 20 de marzo de 2018

LA RUTA HACIA EL DORADO de Bibo Bergeron y Don Paul - 2000 - ("The Road to El Dorado")


Tulio y Miguel son dos pícaros y timadores españoles que, sin querer, terminan en la bodega del barco de Cortés, un conquistador que parte hacia las Américas en busca de gloria. Para colmo, en sus manos cae el supuesto mapa que lleva a la mítica ciudad de El Dorado, que las leyendas dicen que tiene unas riquezas interminables. Tulio y Miguel van a aprovechar su situación para escapar y buscar ellos mismos ese lugar de ensueño. Y van a verse en medio de muchos, muchos líos.


Las siguientes dos producciones de Dreamworks Animation vienen de nuevo de la mano. En el año 2000 se estrenan respectivamente, de estilo tradicional, "La ruta hacia El Dorado" y, posteriormente, "Chicken Run", de estilo "stop-motion" y en colaboración con Nick Park y Peter Lord del estudio Aardman Animations, que comienza aquí su andadura con los largometrajes (de ello hablaremos mañana). "La ruta hacia El Dorado", estrenada antes, fue un fracaso de taquilla. Inmerecido. Pero esto tal vez condicionó a la compañía para sus producciones futuras, que fueron dejando de lado, al igual que el propio estudio de Walt Disney a partir de 2005, la animación tradicional y alternando cosas de calidad con mediocridades simplonas hechas para pasar la gorra. Tulio y Miguel, sus protagonistas, son dos personajes geniales, lo mejor del filme con diferencia. Es una pareja de pillos con un carisma increíble, con una química genial, que levanta ella sola una película que sin este handicap tal vez habría sido bastante sosa. Porque "La ruta hacia El Dorado" tiene una trama muy normalita con unos villanos bastante flojos y un desenlace del que se esperaba muchísimo más y que deja bastante que desear. Es la verdad. Sin embargo, el dúo protagonista lo levanta todo, y también un par de secundarios: Chel, la divertida chica, y Altivo, el desternillante caballo. La película funciona gracias a este cuarteto imparable, y muchísimo, en todas sus partes cómicas, aunque falla como he dicho en las dramáticas y se quedan sin explotar muchos aspectos que daban mucho juego y que la habrían colocado definitivamente en el camino de la trama para adultos, como la denuncia de las demagogias, de las manipulaciones patrióticas y religiosas o de los imperialismos en un entorno ideal para ello como es el de las terribles guerras de conquistas en Sudamérica.


Todos estos puntos aparecen esbozados (la crueldad del conquistador Cortés -basado en el verdadero Hernán Cortés- y sus ansias de oro y gloria, la perfidia del jefe Tanabok y su desprecio por su pueblo, la crítica a las tradiciones absurdas y monstruosas, el mensaje pacifista...) pero se corta de golpe, y es una lástima. El resto, está muy bien. La animación es preciosa, los decorados magníficos, el diseño de los personajes también está henchido de carisma, y las canciones y las escenas de acción y de aventuras son de diez. Dreamworks continuaba en el buen camino, básicamente, a pesar de no ser este un filme redondo. Creo, de todas formas, que sólo por sus dos protagonistas y por toda su excelente parte cómica debería ser tenido mucho más en cuenta en la historia del cine de animación de las últimas décadas.


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