Porco Rosso
domingo, 11 de febrero de 2018
SAW VIII de Michael y Peter Spierig - 2017 - ("Jigsaw")
La policía está investigando un extraño y brutal caso de asesinato y, poco a poco, empieza a descubrir que sus pautas siguen las del célebre asesino Jigsaw, que lleva diez años muerto. Mientras, en algún lugar escondido, cinco desconocidos se despiertan atados a una cadena... El juego vuelve a comenzar...
"Saw", como tantas películas en su día originales del género del terror, tuvo una ristra infumable de secuelas que la desprestigiaron y la devaluaron hasta transformarla en una suerte de comedia gore chorra donde un asesino moralista y anacrónico que usaba cintas de cassette se pasaba por el forro a toda la policía de los USA y al FBI hasta después de muerto. Nada nuevo: lo mismo le acabó pasando a sagas como "Viernes 13" o "Pesadilla en Elm Street", que terminaron como auténtico "fan service" de puro cachondeo. En 2010, sin embargo, los artífices de "Saw", que fue una de las franquicias más exitosas de la pasada década, dijeron que "Saw 3D" sería ya la última de todas sus entregas. Por supuesto, esto no se lo creían ni ellos, y el año pasado, siete más tarde, llegó la octava de rebote, a ver si se podía rebañar algo de la vieja gloria comercial de las anteriores o, con un poco de suerte, empezar con una nueva sub-saga dentro de la saga para seguir viviendo del cuento. No sé si les ha funcionado (el tiempo dirá si aparece una novena parte de la serie), pero las críticas han sido desastrosas, y se lo han ganado a pulso. Y miren que los directores de la bazofia esta han sido los hermanos Peter y Michael Spierig, que no es que sean la quintaesencia del cine fantástico moderno pero que han rodado películas resultonas como "Daybreakers" o, sobre todo, la interesante "Predestination". Pero aquí no hay nada que rascar por ninguna parte. Se han limitado a tomarse esto como un simple trabajo de encargo y a colar una suerte de "reinicio encubierto" de la saga (algo que está bastante de moda) cepillándose todo lo anterior sin miramientos y metiendo incoherencias lamentables a lo bestia; total, el público palomitero ni se acuerda ya de qué pasó en la película de 2010, para qué se van a currar que algo encaje si a nadie le importa.
"Saw VIII" es basura hedionda. Con todas las letras. Pero vaya, que todo esto era lo que se esperaba de esta película (tampoco sé por qué me sorprendo). Una historia de risa y como he dicho llena de incoherencias (que no es que las otras no las tuviesen, pero esto es que ya es de traca), que se pasa los personajes clásicos por el forro sin decir ni "mu", que reincide con avaricia en todas las gilipolleces de lo peor de las anteriores películas (y miren que son miles y miles), que hace saltos temporales estúpidos y que tiene como protagonistas a unos personajes tristísimos y pésimamente interpretados por unos actores desganados y desastrosos que lo único que hacen es berrear. En fin, una cosa innombrable de serie de tercera con una estética televisiva cutre de cojones. Apestosa y patética mamarrachada que ya no vale ni como estafa consciente para provocar risas sangrientas en sesiones cachondas de festivales de cine de terror.
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