Porco Rosso
lunes, 12 de febrero de 2018
KINETTA de Yorgos Lanthimos - 2005 - ("Kinetta")
En un pequeño pueblo costero de Grecia dedicado al turismo es temporada baja. Hay pocos vecinos y las playas, los hoteles, los negocios y las calles están bastante solitarios. Algo empieza a ocurrir en esta localidad desértica...
Del griego Yorgos Lanthimos he escuchado de todo, cosas muy bonitas y cosas muy feas (artísticamente hablando, se entiende). A mi, personalmente, me parece algo sobrevalorado, aunque es cierto que tiene un estilo propio indiscutible, que sabe crear ambientes enrarecidos geniales y que tiene unas ideas fantásticas, aunque no siempre las desarrolla bien. Poco a poco, se ha ido haciendo con un hueco en el mundo cinéfilo y lo cierto es que es de esos creadores que o se aman o se odian sin mucho término medio. Sus obras son irregulares. Tiene algunas geniales como "Canino", otras fallidas como "Langosta" y otras infumables como "Alps" o esta "Kinetta" que nos ocupa. Su primera película fue "My Best Friend", que co-dirigió con el también griego Lakis Lazopoulos, y que es una comedia de encargo al parecer normalita y alejada de su estilo habitual. Luego, llegaron "Kinetta", "Canino", "Alps", "Langosta" y "El Sacrificio de un Ciervo Sagrado", todas ellas bastante inclasificables y de calidad constantemente cambiante.
"Kinetta" es a todas luces la primera película de Yorgos Lanthimos, porque es la primera que muestra sus constantes tanto estéticas como argumentales y porque la mencionada "My Best Friend" fue un encargo temprano y comercial sin personalidad. "Kinetta", nombre de una pequeña ciudad costera de Grecia (se escribe en realidad con una sola "t"), es una película inclasificable, experimental, e infumable. Por lo menos para mi. El director está experimentando, buscando su sitio, toqueteando en los estilos que quiere definir. Y la trama se la suda. Vale, el filme puede ser surrealista o absurdo, y parece que eso es lo que busca. Pero se echa en falta, por lo menos, un mínimo de sugerencia. Hasta directores como Luis Buñuel, Ingmar Bergman o David Lynch sugieren algo clave en sus obras más oscuras y retorcidas. Aquí, no tenemos nada a lo que agarrarnos, y nos comemos una hora y media de personajes vagando por una localidad costera desierta en temporada baja bastante decadente (supongo que se trata de la Kineta original) haciendo cosas que no entendemos y que, lo peor, renunciamos a entender. El sopor llega prontísimo, y el aburrimiento es imparable. Miramos el reloj mil veces, y descubrimos algún plano apañado (como el del coche volcado del inicio), alguna escena que sugiere algo ambiguo pero que por lo menos sugiere, algún atisbo de lo que podría ser crítica social a la deshumanización o a las relaciones humanas. Pero es intragable todo. No hay por donde coger a la película y se hace interminable. Tedio y sopor del peor. Se sientan las bases de la estética feísta, cutre, brusca, realista, casi de documental a veces, del director. Y fin. El resto es un ver deambular a gente y a acontecimientos y bostezar sin parar. Yorgos Lanthimos ha hecho películas muy interesantes, pero "Kinetta" no es una de ellas. Si se la pierden, no pasa nada. Solamente la recomiendo para los completistas de filmografías, y para los que quieran tirar un rato a la basura haciendo el pamplinas con algo que va de transgresor pero que no lleva a ninguna parte.
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