Porco Rosso
sábado, 16 de diciembre de 2017
STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI de Rian Johnson - 2017 - ("Star Wars: The Last Jedi")
La Primera Orden tiene a la Resistencia, cada vez más mermada, contra las cuerdas. Y ahora está a punto además de destruir la nave en la que viaja su principal cuerpo, liderado por la general Leia Organa, que envía al piloto Poe Dameron a una peligrosa misión para tratar de salir de este atolladero. Mientras, en los confines de la galaxia, Rei ha encontrado por fin a Luke Skywalker. ¿Qué le espera en el lugar del retiro del desaparecido jedi?
Nueva entrega de "Star Wars", y nueva polémica, como era de esperar. Nuevas opiniones radicalmente opuestas, nuevas sobrevaloraciones y nuevas indignaciones, nuevas peleas acalaoradas a la salida del cine y en la barra del bar y en el grupo de whatsapp. Pues a mi en general me ha encantado "Star Wars: Los últimos Jedi". Con sus pequeños fallos, que los tiene. No quiero decir nada de ella (salvo en el espacio para spoilers que habilito abajo para quienes la hayan visto ya) porque está recién estrenada y creo que es mejor ir completamente virgen a verla. Sí que voy a decir que me parece, junto con "Rogue One", la película más arriesgada de la saga. "Star Wars: El despertar de la fuerza", la anterior entrega directa argumentalmente hablando, suscitó la misma, mismita polémica. Eso de ser (que lo era) una suerte de "remake" encubierto de la primera película, "Star Wars: Una nueva esperanza", disgustó a muchos y gustó a otros cuantos, que alabaron su capacidad consciente de hacer un buen homenaje. Aquí ha pasado lo mismo, pero precisamente por todo lo contrario: porque la película arriesga. Y quien no arriesga, no gana. De J.J. Abrams pasa ahora la dirección a Rian Johnson, un director que hasta ahora siempre ha sido original y que tiene hasta la "cara" de meterle su particular humor a la película. Y oigan, lo hace sin crear un gran disgusto, sin desentonar, y dándole un soplo de aire fresco a todo (vaya, que no es esto la opereta vergonzosa que es la basura de "Thor: Ragnarok"). Y se atreve a hacer muchas otras cosas más que puede que no gusten a los fans de toda la vida. Pero es que a estas alturas, con dos trilogías a sus espaldas, en un episodio octavo repetirse y volver a hacer lo mismo de siemper es morir, y de muerte súbita. Rian Johnson lo ha entendido, y posiblemente sus productores, aunque sean los de la Disney, también. Si haces lo mismo de siempre en la novena película de esta saga, ya has metido la gamba del todo. Y se juegan en ella fichas difíciles, de bastante riesgo, y desde mi punto de vista, a pesar de ciertos fallos y ciertas cosas que chirrían, se gana.
Y como siempre, las interpretaciones están de diez (el plantel de nuevos actores es una vez más un dechado de carisma). Y la ambientación, con sus nuevos planetas. Y los guiños conscientes a las anteriores partes. Y los personajes, que salvo alguno que desentona, están muy pero que muy bien desarrollados (tal vez los mejor desarrollados de toda la franquicia desde "El Imperio Contraataca"), y de nuevo con total respeto a los antiguos sin dejar de prestar atención a los mencionados nuevos (que además, no son nada maniqueos: por fin en "Star Wars" hay caracteres con dobleces, en la estela de "Rogue One"). Finalmente, la acción es genial, desde los combates de sables de luz de siempre hasta las batallas interestelares o la acción más cachonda. Y oigan, también la película tiene crítica política y mete caña a asuntos actuales como la demagogia de los populismos o la venta de armas. Lo dicho: a mi me ha encantado, con sus fallos.
ESPACIO CON SPOILERS: No me gusta nada, pero nada nada, que no se diga absolutamente nada de Snoke. Ojo, me encanta que lo maten a mitad de la película. Es un sorpresón. Ahora bien, creo que un personaje tan enigmático, que prometía tanto, se merece un desarrollo. Y no, no digo "más desarrollo": digo "un desarrollo". Porque es un maldito cartón: no sabemos nada de él y tiene pinta de que así nos vamos a quedar. Con respecto a puntos buenos, me gusta que Luke caiga en el lado oscuro (ya era hora, joder, que este jedi ha pasado por una vida perra y ha tenido el peso del universo en sus espaldas demasiado tiempo como para no caer aunque sea un poco... Nadie es perfecto y nadie debe ser perfecto en toda buena historia). Y que Rei no sea hija de nadie en especial. Y que Kylo Ren sea un pringado con ansias de poder y lleno de odio al que el propio Snoke llama payaso en su cara. Joder, es que su tío intentó matarlo y sus padres no hicieron nada: ¿cómo quieren que esté? ¡Pues lleno de rabia juvenil y de rencor profundo! ¡Es totalmente coherente! Y a veces los malos perfectos ya cansan tanto como los buenos perfectos. En este filme, este criticado antagonista se ha convertido en uno de diez. Lo de Leia del espacio me chirría, y lo del interés amoroso de Finn lo veo demasiado gratuito. Pero se le perdona al resto, a la película de "Star Wars" que más arriesga junto con "Rogue One".
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