Porco Rosso

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miércoles, 18 de octubre de 2017

CAFÉ SOCIETY de Woody Allen - 2016 - ("Café Society")


Años treinta. El joven Bobby Dorfman abandona su Nueva York natal en busca de nuevas vivencias y se instala en Los Angeles. Allí, auspiciado por su tío Phill, un gran e influyente productor de cine de Hollywood, se sumerge en la vida social de otra ciudad que, como la suya, nunca duerme. En la meca de las estrellas conoce también a Vonnie, la secretaria de su tío, de la que se enamora... Bobby está a las puertas de su primera gran aventura vital, llena de estímulos y también de decepciones y duros golpes pero siempre apasionante.


"Café Society" es desde mi punto de vista una de las mejores películas de la última e irregular etapa de Woody Allen, y es la última de ellas que ha estrenado (en diciembre llegará "Whonder Wheel", la siguiente). Viaja el director neoyorkino una vez más a una década anterior, en esta ocasión a los años treinta, para retratar una vez más a la alta sociedad norteamericana con todas sus miserias de entonces, de aquellos años de crisis económica brutal que marcaron la historia mundial para siempre. Una vez más, tenemos sus asuntos habituales predilectos, pero una vez más también sabe darles él una vuelta de tuerca oportuna y clarividente, esa que cuando le sale bien es capaz de insuflar un soplo de aire fresco a algo que ya hemos visto de sobra. El tema central es, de nuevo, el del paso del tiempo y sus estragos emocionales y vitales, paso del tiempo que aquí se lo lleva todo por delante: a su alrededor bailan el amor, el dolor, la muerte, la familia, la valentía y la cobardía, el viaje iniciático, la huida hacia adelante ante el mencionado dolor y los recuerdos y su poder. El filme empieza como una comedia, pero va adquiriendo, poco a poco, de forma muy delicada (bravo por Allen) un tinte de drama romántico y melancólico que consigue emocionar y que se recibe muy bien. Los diálogos viran también: sin perder su ingenio, van tornándose de chispeantes a delicados, tristes incluso. Y la referencia a la época, desde musical hasta literaria o cinematográfica, está siempre presente (en el mismo título está: los Café Society eran los clubs de moda de la década de la Gran Depresión), mientras se comparan los mundos de las dos grandes urbes antagónicas de los Estados Unidos: la amada Nueva York de Woody y Los Angeles, ambas con estilos muy diferentes pero vidas desaforadas y apasionantes. De costa a costa transcurre todo, y se delinea un escenario novedoso que en los filmes del director, que últimamente han estado saltando también por las grandes capitales europeas, no había sido tratado.


Jesse Eisenberg y Kristen Stewart tienen una química verdaderamente prodigiosa como la pareja protagonista, y eso lo afirmo diciendo también que ninguno de los dos constan entre mis actores preferidos (los veo algo limitaditos). Los secundarios son también magníficos, en especial un Steve Carell fantástico, mientras que el propio Allen narra todo con una voz en off que aquí viene como anillo al dedo. El desenlace me parece también maravilloso, finalmente: una vez más, el director elige una noche de Fin de Año para cerrar su película, para cerrar una etapa y abrir otra nueva. Una estampa que ha revisitado mil veces pero con la que consigue conmovernos siempre. "Café Society" es un compendio más de todo lo que nos ha gustado y/o gusta de este director y cómico. Otro más. No es una de sus grandes obras maestras, pero es una película muy destacada, tierna, preciosa, con un aura romántica que consigue llegar al espectador y tocarle la fibra sensible. De lo mejorcito, como he dicho, de sus últimos años.


1 comentario:

  1. Me gustó mucho, la verdad! Y el vestuario... era divino! Además, tienes razón hacen una pareja muy peculiar sus dos protas, y eso que a mí él no me gusta nada!!

    Un saludoOo enorme!!

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