Porco Rosso

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sábado, 30 de septiembre de 2017

SOLARIS de Steven Soderbergh - 2002 - ("Solaris")


El doctor Chris Kelvin viaja a una lejana base espacial que orbita alrededor del extraño planeta Solaris, cuya superficie está cubierta por completo por un gigantesco océano. En la estación, el médico se encuentra con un panorama desolador: casi todos los trabajadores del lugar han muerto y los poquísimos que quedan parecen haber enloquecido por completo. Chris Kelvin empieza entonces a ser víctima de extrañas visiones...


En agosto estrenó "Full Frontal" y en noviembre su versión de "Solaris", una de las adaptaciones de novelas más polémicas de la pasada década y que le llegó al parecer casi de rebote después de que James Cameron rechazase el dirigirla. El año 2002 para Steven Soderbergh fue, tras grandes éxitos anteriores de crítica o de público como "Traffic", "Erin Brokovich" u "Ocean's Eleven", un año muy irregular cuando no completamente desafortunado. Dos películas y ninguna le salió nada redonda. Aunque esta que hoy comentamos se ve mucho mejor que "Full Frontal", no deja de ser una adaptación completamente fallida como adaptación e indignante para los amantes de la obra escrita en la que se basa. La novela "Solaris" del polaco Stanislaw Lem es una de las cumbres de la literatura de ciencia ficción dura, y está llena de preguntas y de posibles escenarios que se abrirían ante el hipotético contacto de los seres humanos con cualquier inteligencia extraterrestre. Reflexiona sobre este contacto, sobre las miles de formas que podrían tener los mencionados extraterrestres, sobre el lenguaje empleado para comunicarnos con estas formas y, en última instancia, sobre lo que significa o puede significar ser "un ser humano" y sobre la imposibilidad o no de desvelar algún día todos los enigmas del universo. Ya hay algunos que critican la versión de esta adaptación del ruso Andrei Tarkovski, así que imagínense lo puteada que fue en su día una versión norteamericana, con George Clooney como protagonista y con el director de "Ocean's Eleven" tras las cámaras. De la cinta de Tarkovski ya hablaremos cuando comente su filmografía. De esta tengo que decir que tiene un fallo gordo, pero gordo, gordo: que lo reduce casi todo a una historia de amor. Sí, apaguen y vayámonos. Parece que demasiadas veces a los americanitos consumidores de cine palomitero hay que dárselo todo masticadito porque si no no se enteran o, lo que es peor, no hacen ningún esfuerzo por tratar de enterarse.


"Solaris" no es solamente una historia de amor, pero Soderbergh se centra en esto con una casi exclusividad indignante y todas las preguntas de la novela, toda la investigación en torno al océano con vida extraterrestre, queda en un segundo plano que termina siendo casi anecdótico. Esto ya lastra la película en gran parte. "Solaris" no es una historia de amor. "Solaris" no es simple, no es para todos los públicos (llámenme esnob pero es así) y no se adapta desde un prisma "básico en el peor de los sentidos". Así no hay manera. Por eso es tan fallida, a pesar de que las actuaciones estén bien, a pesar de que la ambientación esté bien, a pesar de que el aspecto técnico sea impecable. Siempre lo digo: agradezco que Soderbergh se arriesgue tanto a cambiar de género y de registro, pero esto no le salva. Todo no vale. "Solaris" de 2002, que deja las tres horas que duraba el completo filme de Tarkovski en poco más de noventa minutos (normal, se han cargado todo su contenido), es un despropósito como adaptación, aunque distraiga, aunque entretenga, aunque tenga alguna escena dramática bien hecha y con gran intensidad (Soderbergh es un buen director, eso nadie se lo quita, adapte lo que adapte). Esto es un timo con todas las letras. Un timo bien hecho y entretenido, pero un timo. Siempre estará la novela y el filme del maestro ruso. De esto, olvídense.


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