Verano de 1989. En la pequeña y tranquila ciudad de Derry un grupo de adolescentes se prepara para disfrutar de las vacaciones y de los interminables días de ocio que tienen por delante. En el lugar han desaparecido algunos niños sin embargo, y ni las autoridades ni los vecinos saben qué ha ocurrido con ellos, por lo cual el ambiente está enrarecido. Algo terrible empieza a ocurrir... Todos estos chicos empiezan a experimentar terribles visiones de pesadilla... Una cosa monstruosa les acecha.
Cuatro años ha tardado Andrés Muschietti en volver a dirigir desde "Mamá", y la espera ha merecido la pena, y mucho. Esta primera parte del remake de "It" (serán dos capítulos, como la miniserie de 1990 que ayer comentamos), la que posiblemente sea la novela más célebre de Stephen King junto a "El resplandor", es una de las películas de terror del año sin ningún género de dudas. El director argentino ha sabido conjugar a la perfección las constantes de tantas novelas del autor de Maine, especialmente de las protagonizadas por niños o adolescentes: aventura, acción, terror, lucha contra los propios miedos, autosuperación y unión para poder vencer a las fuerzas del mal. Y un poco de humor, que tampoco desentona. Muschietti lo clava: todo está en equilibrio, y su versión de "It" da miedo porque los sustos son excelentes, da mal rollo porque la ambientación del pueblo y las escenas oníricas son perfectas, es emotiva porque sus personajes son todos una delicia de la buena construcción y todos están interpretados con carisma por un grupo de jóvenes actores excelentemente dirigidos, es divertida porque tiene unas escenas de aventuras inolvidables y es hasta un retrato social acertado de esos pueblos norteamericanos que ya parecen nuestro propio barrio y en los que conviven los buenos y valientes corazones con los acosadores, los abusones, los racistas o los machistas. Es, además, esta "It" una película violenta, verdaderamente violenta (con alguna escena muy dura e inesperada) que muestra a las claras lo que sea preciso mostrar, algo que en los dos filmes complementarios de 1990 no terminaba de cuajar del todo (a pesar de que igualmente eran sin duda sangrientos para la época). Las referencias sexuales, que en la novela eran muchas y casi constantes, se han mantenido también, y ese retrato de toda adolescencia de hormonas locas y castillos amorosos en la cabeza.
Y además no podemos dejar de mencionar a Bill Skarsgard, que está absolutamente magistral como el nuevo Pennywise en un papel que quedará para la antología de su todavía joven y corta filmografía y que no tiene nada que envidiar al mítico de Tim Curry. Está aterrador, monstruoso, pero también tremendamente carismático: de total matrícula de honor. Y para terminar, los efectos especiales, de cierta aura clásica, son magníficos. Esta primera película de la nueva "It" es una delicia del terror y de la aventura en todos los aspectos y trae una vez más un sentido homenaje a la ahora tan socorrida y de moda década de los ochenta lleno de nostalgia. ¡Así da gusto de verdad el echarse a tratar de disfrutar este difícil y vapuleado género que es el del horror! Ahora habrá que esperar todavía al año 2019, por estas mismas fechas según se ha anunciado, para poder catar su segunda y última entrega, que volverá a dirigir Andrés Mucshietti. ¡Loco de ganas estoy, y espero que no decepcione! ¡No se pierdan esta maravilla en los cines! ¡Corran ya a verla!
Apuntado, a ver si puedo ir la semana que viene. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarSaludos.
La tengo que ver por curiosidad!!!!!
ResponderEliminarUn saludoOo enorme!!