Un "escritor fantasma" experto en encargos literarios para terceros acepta revisar y corregir la biografía de Adam Lang, el ex Primer Ministro británico, tras la muerte en extrañas circunstancias de su predecesor. Para trabajar tranquilo, se muda a la casa de la playa del político en la isla de Martha's Vineyard, en Massachusetts, en donde Lang está en este momento preparando con todos sus asesores su defensa ante el Tribunal de La Haya, que le ha acusado de crímenes contra la humanidad relacionados con el espionaje y la Guerra de Irak. Los primeros días transcurren con tranquilidad y normalidad. Sin embargo, el escritor poco a poco va descubriendo cosas extrañas e inquietantes relacionadas con el político...
Roman Polanski suele recuperarse bien de sus patinazos, y después de su fallida versión de "Oliver Twist" nos dio otra de sus mejores obras: "El escritor". Ahora volvía al thriller, otro de sus géneros predilectos, para a la vez regalarnos un retrato político de altura. Un genial Ewan McGregor da vida a un escritor de encargos, un "negro" o "escritor fantasma" como les llaman habitualmente, que es contratado tras la extraña muerte de su predecesor para escribir las memorias de Adam Lang, el ex Primer Ministro británico, que está interpretado por un también genial Pierce Brosnan (un actor que cuando quiere es capaz de darnos papeles interesantes). En la residencia del político en los USA, una sosegada casa en la playa en la isla de Martha's Vineyard, en la costa de Massachusetts, este escritor comenzará a trabajar. Poco a poco, sin embargo, empezará a ver cosas que no le gustan y establecerá relaciones especiales tanto con el mencionado primer ministro como con sus asesores más cercanos. "El escritor" está basada en la novela "El fantasma" de Robert Harris, novela que tuvo su polémica por retratar a un trasunto de Tony Blair y poner a parir sus acciones durante la Guerra de Irak, su alianza con los Estados Unidos y su política de terrorismo de estado con aquellas entregas de ciudadanos británicos a la CIA que fueron luego torturados y propiciaron denuncias por crímenes contra la humanidad. Roman Polanski elabora un filme desasosegante, crudo, que es capaz de poner de los nervios al espectador con su solo toque kafkiano, marca de la casa del director. Los entresijos de la guerra política, la hipocresía de estas clases gobernantes, las corrupciones diarias: todo está puesto en la picota con una gran agudeza crítica; no queda títere con cabeza, ni siquiera el protagonista, que es un ser también con claroscuros.
Se revisa en el filme sin piedad una época muy polémica para el Reino Unido y los USA (y para España también lo fue) de la pasada década, y se hace todo por medio de una trama llena de nervio, de garra, que atrapa desde el primer momento y que está llena de inesperados y tremendos giros de guión. No he hablado de ella todavía, pero sin su presencia la película no habría sido lo mismo ni de lejos: me refiero a Olivia Williams, una pedazo de actriz que aquí se merienda sin pestañear al resto del reparto en un papel fascinante, complejo, brutal, que representa perfectamente lo que es el cruel y terrible mundo de la política entre bastidores. "El escritor", con un desenlace igualmente inmenso y esclarecedor que pone los pelos de punta, es otra de las grandes obras de Polanski y una de las fábulas políticas definitivas de los últimos años en el cine.
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