Lyra Belacqua es una niña huérfana que vive en Oxford, en el Jordan College. Lyra no es una niña normal y corriente: tiene poderes y habilidades que otras personas no tienen. Pronto, la llave a un mundo mágico le va a llegar... Y va a tener que luchar contra los que quieren destruirlo.
Hoy toca hablar de una de esas sagas que nunca terminó en el cine, como le ocurrió a "Eragon" o a "Jumper", por poner algunos ejemplos sonados de los últimos años. Mientras que "Las Crónicas de Narnia" de C.S. Lewis es bien conocida por su religiosidad militante, la trilogía "La materia oscura" de Philip Pullman, a la que pertenece "La brújula dorada", es famosa por ser justo todo lo contrario: por su fuerte sentimiento anti-religioso y por sus críticas en especial dirigidas al cristianismo, lo que siempre ha dado lugar a grandes polémicas (aunque también ha sido apoyada por grupos cristianos liberales). A priori, en la adaptación de la primera de las novelas de esta saga, que se quedó coja como dijimos (por lo menos hasta que a alguien se le ocurra hacer un remake y reiniciarla), era interesante. Una película fantástica con un planteamiento diferente. La cosa, por desgracia, no salió nada bien parada. Dicen los fans de la novela que esta película cambió todos los hechos escritos como le vino en gana y que hasta se cargó el desenlace en pos de no irritar demasiado a los cristianos o de dejarlo abierto para la segunda entrega que se imaginaban entonces que iba a llegar más pronto que tarde. Yo esto no lo sé porque la novela de marras no la he leído, pero desde luego que tampoco me he enterado de mucho cuando he visto esta cinta. Los protagonistas están indefinidos, los buenos y los malos, y algunos interpretados por actores famosos, aunque aparezcan en el poster, no tienen apenas protagonismo. La trama va dando bandazos sin ton ni son y uno se pierde pronto porque todo cambia de golpe y sin sentido, y las reacciones de los caracteres llegan hasta a ser absurdas. Y los diálogos no vienen a cuento en más de una ocasión, eso también. Parece que se va rodando todo conforme el guionista va cambiando cosas. Chris Weitz, irregular siempre, no va a ninguna parte, titubea sin cesar, y ello nos da una trama insoportablemente aburrida, con un interés nulo. Los efectos especiales muy bien, ok, pero ya está (y que sean malos encima, y más en 2007, que hace diez años había ya medios de sobra para hacer las cosas perfectas en lo visual). "La brújula dorada" se estrelló estrepitosamente. En la taquilla y en el campo de las críticas. Su saga fue cancelada y ahí quedó su primera parte olvidada. Otra adaptación fallida producto de la resaca de "El Señor de los Anillos" que no llegó a nada.
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