Porco Rosso
sábado, 17 de diciembre de 2016
YO MATÉ A MI MADRE de Xavier Dolan - 2009 - ("J'ai tué ma mère")
Hubert es un adolescente de Montreal que vive con su madre, con la que tiene una relación de amor y de odio destructiva. Ambos pelean constantemente y en su hogar sólo hay lugar para el reproche, el desprecio y la bronca. La situación cada vez es más insostenible y entre los dos parece no haber ninguna solución... ¿Permanecerá su relación estancada o habrá esperanza de que puedan redescubrirse y comprenderse?
Xavier Dolan es uno de los cineastas canadienses más personales de los últimos años, un director que con tan sólo veintisiete años ha sabido labrarse una filmografía sólida, seria, con asuntos universales perfectamente tratados y con un un poso social crítico lúcido que está presente en varias de sus obras. "Yo maté a mi madre", protagonizada por él mismo, que antes de ser cineasta ya era actor, es un debut fulminante, de los que dejan marcado al espectador. Escrito por el director cuando tenía dieciséis años, es en parte una autobiografía, una narración de los problemas que él mismo tuvo en la adolescencia y primera juventud con su madre. Un hijo y una madre, valga la redundancia, tienen una relación destructiva producto de un hogar roto casi desde su nacimiento. El hijo ama en el fondo a su madre, pero la desprecia también de forma profunda y se lo hace saber constantemente. Ella está dolida por todo esto, y a veces tiene una actitud pasivo-agresiva que la destroza, a veces pasa de todo y a veces explota y se ve al borde del abismo. Xavier Dolan va desplegando progresivamente este drama hasta hacerlo verdaderamente desgarrador, drama que corre paralelo a la historia inciática de un joven cualquiera de Montreal, su ciudad, que descubre el amor, la decepción, los enigmas y dilemas de la vida y sus primeros problemas serios. Dolan está inmenso en su papel, y lo mismo se puede decir de Anne Dorval como su madre en la ficción. Ambos destilan malestar emocional, ambos saben parecer totalmente perdidos ante la cámara y ambos protagonizan escenas que ponen los pelos de punta (la discusión en el coche es brutal). Su duelo interpretativo es de matrícula de honor, y la tensión que saben mantener en todo momento es magistral. "Yo maté a mi madre" no es tampoco maniquea a la hora de retratar este conflicto: ambas partes tienen aciertos y errores de bulto, y ambas se ven superadas por su situación inestable.
El debut de Xavier Dolan en la dirección es también, como otros filmes suyos como "Laurence Anyways", un filme con un certero comentario social. Es una denuncia del machismo imperante en una sociedad aparentemente perfecta y modelo de boquilla en el primer mundo como es la de la inmaculada Canadá. Una mujer que ha de criar a su hijo casi en total soledad a causa de un padre que pasa tres kilos de ambos y que sólo aparece cada cierto tiempo para tomar soluciones cogidas con alfileres carga con todas las culpas y con el odio de su hijo y, para colmo, es cuestionada constantemente por la sociedad. Dolan es tajante, directo, no hace concesiones y no se corta un pelo. "Yo maté a mi madre" es una película única, un debut inolvidable y de culto que inaugura una filmografía genial hasta este momento.
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