Porco Rosso
miércoles, 7 de diciembre de 2016
UN DÍA PERFECTO de Fernando León de Aranoa - 2015 - ("A perfect day")
Bosnia. 1995. La guerra está, dicen, a punto de terminar, y un grupo de cooperantes trata de sacar del pozo de agua de un pequeño y apartado de pueblo de montaña el cadáver de un hombre muy gordo que no era muy querido en el lugar. La tarea parece fácil y rutinaria. Sin embargo, aparecen una serie de complicaciones que van a poner a estos cooperantes, desbordados por la situación del país o cansados ya de la guerra, ante un serio problema.
Después de haber tenido una etapa bastante floja con la irregular "Princesas" y la mala "Amador", Fernando León de Aranoa vuelve a entregar un filme bueno y lo hace con una de sus creaciones más extrañas. "Un día perfecto" es cine social y político, pero se desmarca del estilo habitual del director, y no solamente porque esté protagonizada por actores internacionales: está ambientada fuera de España y en el pasado, en la Bosnia en guerra de 1995. Ahora el director de Madrid retrata otro colectivo: los cooperantes. No es un colectivo marginal como los que ha tratado hasta ahora (niños de extrarradio, parados, prostitutas e inmigrantes), pero sí es un colectivo que muchas veces tiene que cargar con trabajos muy duros en terreros muy difíciles. La película, de una anécdota, extrae una historia completa: en el pozo de un pueblo alguien ha tirado el cadáver de un hombre obeso que no era muy querido en el lugar y los habitantes de la villa corren el peligro de quedarse sin agua por la contaminación del cuerpo. Pero la tarea de sacar el cadáver a a ser difícil, mucho más difícil de lo que los cooperantes esperaban. Fernando León de Aranoa revisa los asuntos esperables en esta clase de filmes: la guerra, la violencia, los genocidios, las personas que se quedan sin familia, los niños abandonados, las armas, la corrupción, la solidaridad y el altruismo, el racismo, el fanatismo religioso o el papel de países desarrollados u organizaciones como las Naciones Unidas en las guerras, que muchas veces es el de "dejar hacer" o el de ir a sacar su propio beneficio. A "Un día perfecto" le falta contundencia. Trata todos estos asuntos pero de pasada muchos de ellos: le falta ser más dura con los asuntos que retrata y revista. Es mi opinión, pero desde luego creo que hemos conocido a un León de Aranoa mucho más incisivo. Creo también que el filme habría ganado mucha más actualidad e interés si no estuviese ambientado hace veinte años. En países como Irak o Afganistán o Siria habría resultado mucho más crítico y como he mencionado contundente. Es una obra con escenas duras y con buenas intenciones, pero le falta ese aliento reivindicativo que el director de "Barrio" o "Los lunes al sol" ya había perdido bastante con "Amador". Aún así "Un día perfecto" no es un mal filme y tiene un plantel actoral por cierto excelente. Pero no es el mejor León de Aranoa tampoco, la verdad, y eso decepciona.
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