Porco Rosso

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viernes, 11 de noviembre de 2016

EL SUEÑO DE CASANDRA de Woody Allen - 2007 - ("Cassandra's Dream")


Ian y Terry son dos hermanos de Londres muy diferentes. El primero es frío y calculador y trata de ofrecer una imagen siempre de triunfador social y de hombre exquisito. El segundo es un perdedor que lleva una vida desastrosa y que tiene una adicción grave al juego. Los dos tienen problemas económicos que, por suerte, su tío Howard, que vive en los Estados Unidos, en donde ha hecho una gran fortuna, soluciona. Howard, sin embargo, les pide un favor a sus sobrinos a cambio... Un favor que les va a poner ante el peor dilema moral de sus vidas.


He aquí una de las películas más infravaloradas tanto de su año como de toda la filmografía de Woody Allen. Es cierto que el director neoyorkino ya estaba en 2007, hace nueve añitos ya, inmerso en su etapa actual: la de dar una de cal y otra de arena. Sin embargo, da precisamente eso, y disculpen la repetición: una de cal y otra de arena. Y el Woody Allen más negro, el "chabroliano" por así decirlo, está, creo, bastante infravalorado. "El Sueño de Casandra", última obra de su trilogía londinense (compuesta por la genial "Match Point" y la esta sí mediocre "Scoop"), es otra inmersión de Allen en la lucha entre lo correcto y lo incorrecto y entre la ambición y la integridad. Una vez más, se explora el asunto de los crímenes sin castigo que ya vimos en la mencionada "Match Point" o en su inolvidable "Delitos y faltas" y una vez más tenemos un retrato desolador y sin concesiones de la burguesía de los países desarrollados más esnob, rica por fuera y pobre por dentro, aplastada por las exigencias idiotas del mundo moderno más hipócrita y enferma por la ascensión social y por la búsqueda del poder y el dinero a toda costa. Ewan McGregor y Colin Farrell están inmensos (ambos en uno de sus papeles menos valorados) como dos hermanos muy diferentes que se ven perdidos en una espiral de horror que les lleva a cometer acciones terribles. Es éste un Allen diferente, nada cómico, muy crudo y brutal y triste, muy triste, y desesperanzado. Es cierto que se repite, pero también lo es que sabe reciclarse con dignidad casi siempre.


"El Sueño de Casandra", como toda buena historia negra, realiza un retrato social sin concesiones por medio del estudio de cómo los seres supuestamente respetables de nuestra sociedad terminan sumergidos en el crimen más vil y rastrero. Es un estudio de los límites que el ser humano es capaz de traspasar en casos extremos y de cómo estos les afectan, cómo les cambian, cómo les sumergen o no en la culpa o en el dilema ético y moral.  En un estilo sobrio, el director de Nueva York, por tercera vez seguida fuera de su ciudad amada de siempre, retrata un paisaje urbano esta vez sin inspiraciones románticas: Londres es una urbe otoñal gris donde viven personajes grises. No entiendo cómo está película genial está tan olvidada y tan vilipendiada por algunos. Desde mi punto de vista es una de las obras grandes del mejor último Allen.


1 comentario:

  1. Muy de acuerdo contigo, una de las películas más especiales e infravaloradas de Allen, a mí me enganchó desde el primer minuto. Me parece un relato perfectamente medido.

    Saludos.

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