Porco Rosso
domingo, 4 de septiembre de 2016
PLAYTIME de Jacques Tati - 1967 - ("Playtime")
Un grupo de turistas americanos llega a París dispuesto a pasar unas grandes vacaciones y a conocer a fondo la capital francesa. Sin embargo, descubren una ciudad uniforme, fea, de cemento y cristal y de calles y edificios idénticos que ha perdido toda su personalidad y que es... Igual que las ciudades de las que ellos vienen. La cosa se va a desmadrar para colmo cuando aparezca en escena un parisino muy particular: el Señor Hulot.
"Playtime", la película que siguió a la mítica "Mi tío", fue el gran proyecto de la vida de Jacques Tati y el que desgraciadamente peor le salió: tanto que le arruinó. El director francés se dejó la pasta a base de bien en construir la llamada "Tativille", el gigantesco e imponente decorado del filme, que para colmo tuvo muchos problemas durante el rodaje. La película no fue un fracaso total porque en ciertos países fue muy bien recibida y la crítica, como era de esperar, la trató bien. Sin embargo, en la propia Francia su éxito fue discreto y no se llegó ni siquiera por ello a estrenarse en países como los USA. La enorme inversión que precisó el filme no se recuperó y se cargó a la productora "Spectra Films", que fue vendida junto con una de las casas de Tati. Esta es, tristemente, la historia de muchos de los directores que se atrevieron a innovar en su tiempo. Le pasó a D.W. Griffith, le pasó a Orson Welles, le pasó a Erich Von Stronheim o le pasó a Jacques Tati. "Playtime", por suerte, fue revalorizada con el paso de los años y hoy en día en un clásico del cine de su país y de la comedia mundial reconocida en todas partes, como "Mi tío". A mi, sin embargo, no me parece tan genial y, de hecho, me parece una de las (pocas) películas fallidas de este genio de la comedia. "Playtime" es Jacques Tati elevado a la enésima potencia: la economía expresiva es casi total, el diálogo casi inexistente, el gag democrático está llevado a su máxima expresión, los planos son casi todos lejanos y graban las actuaciones de montones de extras y el humor es colectivo en cada viñeta fílmica.
Por supuesto, la crítica social está bien servida durante todo el metraje: viajamos a un París de edificios de cemento y cristal modernos e idénticos que ha perdido toda su idiosincracia y que es exactamente igual que todas las grandes capitales del mundo, que aparecen anunciadas en agencias de viajes con exactamente los mismos edificios. Tati ataca directamente a la deshumanización de nuestro mundo, a la pérdida de la identidad de los pueblos y de sus gentes, al capitalismo agresivo que todo lo pudre y al aburrimiento que genera una vida uniforme, sin alicientes, sin diversión, de interminable postureo y de hipocresía constante (si Tati nos hubiese visto hoy con los teléfonos móviles se habría muerto de un infarto).
"Playtime", sin embargo, a pesar de toda su innovación, de todo su riesgo, de sus escenarios impresionantes y de su mensaje social contundente y brutal expuesto sin embargo en una forma cómica y ácida muy inteligente, se me antoja bastante fallida y, por qué no decirlo, infumable. Sí, hablo de Tati: hasta los genios meten la pata alguna vez. Creo que el director francés se pasa aquí con su personalidad y creo que comete un error de bulto: con tanta democracia del gag, el Señor Hulot, que de nuevo vuelve a ser supuesto protagonista, apenas tiene protagonismo. Lo tiene, pero no como en anteriores filmes. Hay escenas en las que ni aparece, y esa es una gracia del filme, ojo, pero creo que Tati no calcula bien los tiempos y el filme por esto pierde interés. Además, pienso que hay escenas demasiado largas, como la del banquete: es genial cómo acaba todo y cómo está rodada; es un prodigio de trabajo tras la cámara. Sin embargo, sigue siendo demasiado larga y ralentiza la acción de una trama que apenas es trama además: hay momentos en los que uno está bastante perdido y en los que el propio Hulot deambula sin mucho objetivo mientras ocurren cosas algo aleatorias. Le sumanos a esto que la película dura dos horas y media... Y... Uffff. A mi por lo menos se ha indigestado algo, y eso que adoro a Jacques Tati. Apreciaciones personales, pero sobre gustos, ya saben lo que hay, y a mi "Playtime" no me parece tan genial como "Las vacaciones del Señor Hulot" o "Mi tío".
ME TOMO UNOS DÍAS DE VACACIONES BLOGUERAS. HASTA EL FIN DE SEMANA QUE VIENE ;)
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