El joven Kubo vive con su madre en una cueva cercana a un pueblo tranquilo y completamente normal. Se gana la vida contando y representando historias con música y muñecos de papel y tiene un enorme éxito entre sus vecinos y entre los viajeros. Kubo no sabe nada de su familia y su madre, sumida siempre en una profunda depresión, no le cuenta nunca nada y evita hablar de ella. Un día, sin embargo, algo ocurre... El misterioso pasado de esta familia llega al lugar para perseguirle... Y Kubo se ve de golpe ante la aventura iniciática de su vida.
Laika Entertainment es una compañía de animación norteamericana que está empezando a despuntar con excelentes películas de animación. Hasta este momento ha creado cuatro: "Los mundos de Coraline", "El alucinante mundo de Norman", "Los Boxtrolls" y "Kubo y las dos cuerdas mágicas". Travis Knight es uno de los líderes animadores del grupo y la película que hoy comentamos es su debut en el largometraje.
Realizada en 3D con "stop-motion", "Kubo y las dos cuerdas máginas" es una fantástica película animada que nos devuelve el sabor de los dibujos clásicos en lo que a estética se refiere (a veces se echa de menos el toque más puramente artesanal en la animación) y que además presenta una trama que encandila a niños sin problemas pero que está llena de detalles enteramente dedicados a los adultos que ellos sabrán captar con sorpresa. Bajo su envoltorio de filme de aventuras, el debut en la dirección de Travis Knight es una parábola genial sobre los problemas familiares y sobre las relaciones entre padres e hijos y abuelos. Tres generaciones muy diferentes están enfrentadas en el filme y todas ellas aprenden algo relacionado con la vida: todos estos asuntos son universales y reconocibles, y todos están tratados de forma limpia y seria, eficaz y lúcida y siempre de manera que los más pequeños puedan atrapar sin problemas sus mensajes morales (nada demagogos además, lo cual siempre es extremadamente loable). El bien y el mal, la soledad, la injusticia, la enfermedad, la enfermedad psicológica (la depresión, tan presente por desgracia en las sociedades desarrolladas, está tratada de forma magistral), los errores del pasado y su peso, la realidad y la leyenda, la amistad, la responsabilidad, el fracaso, el odio, los sueños y la integridad están presentes en un relato sorprendemente agridulce sobre la familia pero de mensaje finalmente optimista y luchador. Los personajes son una delicia de la inventiva y del homenaje a la cultura clásica japonesa y a sus relatos y todos tienen carisma a raudales. Las escenas de acción y de aventuras son por otra parte maravillosas y todo está retratado con un detalle minucioso y precioso. "Kubo y las dos cuerdas máginas" es cine de animación del bueno, del "para todos los públicos" desde el mejor de los puntos de vista. No se la pierdan porque está ahora en los cines.
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