LA ISLA DE LAS CABEZAS CORTADAS de Renny Harlin - 1995 - ("Cutthroat Island")

La valiente capitana pirata Morgan Adams busca junto a su tripulación el gran tesoro de la Isla de las Cabezas Cortadas mientras es brutalmente perseguida por su terrible tío Dawg Brown, que ansía toda su fortuna. Morgan además ha de luchar diariamente para ser respetada por todos los que la rodean en un mundo machista. Para descifrar el mapa del tesoro, escrito en latín, compra a William Shaw, un hombre condenado a ser esclavo por ladrón y que conoce bien el viejo idioma. Ante ellos se abre una gran aventura llena de peligros.

Antes del muy exitoso estreno de la primera entrega de "Piratas del Caribe", el un día muy rentable género de la piratería anduvo unas cuantas décadas bastante olvidado. El mismo Roman Polanski nada más y nada menos intentó revitalizarlo sin éxito en 1986 con su fallida "Piratas", que le supuso un gigantesco batacazo económico y de crítica, y nueve años después lo intentó el Renny Harlin que venía de los taquillazos de "La Jungla II. Alerta Roja" y "Máximo riesgo" con "La Isla de las Cabezas Cortadas" que hoy comentamos, que repitió tortazo al perder alrededor de ochenta millones de dólares, hundir a la compañía Carolco y sumergir para siempre las carreras del propio Harlin y de sus dos protagonistas principales, Geena Davis y Matthew Modine. Ninguno de los tres, a pesar de seguir en activo, volvió a estar como estrella en grandes proyectos. "La Isla de las Cabezas Cortadas" es una de esas películas que, como "Cleopatra" o "Waterworld", son tristemente conocidas por su enorme fracaso económico. "Cleopatra" es hoy reconocida a pesar de todo como una en su día nada valorada obra maestra y "Waterworld", sin ser especialmente buena, fue puesta en su sitio por el paso del tiempo y poco a poco se fue aceptando que no era tan mala como dijeron en su año que lo era. Algo parecido le ha pasado a "La Isla de las Cabezas Cortadas", una aventura piratesca que no es nada del otro mundo y que tiene incluso grandes fallos que la lastran pero que, y en especial cuando siempre ha habido tantas películas verdaderamente infames, fue demasiado maltratada cuando se estrenó. Esta película hace un homenaje a las grandes películas de piratas de la edad dorada de Hollywood e invierte sobradamente en unos escenarios excelentes, en unos efectos especiales magníficos, en un vestuario muy rico y en unos actores con carisma y que lo hacen bien (y es cierto). Le falló por desgracia el guión, bastante soso y lleno de topicazos, aunque ello no era una razón, como he dicho, para masacrarla de la manera en la que fue masacrada.

"La Isla de las Cabezas Cortadas" tiene un aspecto técnico magnífico y una trama que, aunque se sigue con comodidad, tiene faltas de ritmo muy acusadas y algunas lagunas bastante grandes (en especial será siempre recordada esa batalla de barcos a cañonazos en la que los cañones no hunden ni un solo barco). Sus personajes cumplen, pero cumplen a secas y ya está, y no tienen una gran capacidad para ser queribles. Ni la capitana encarnada por Geena Davis cautiva al espectador a pesar de ser una mujer independiente y fiera que se enfrenta a un mundo machista ni el canalla al que da vida Matthew Modine tiene la gracia suficiente para configurar a una suerte de Indiana Jones del mundo de la piratería ni el porte para ser un sucedáneo del Errol Flynn de "El Capitán Blood", al que homenajea claramente (incluso es condenado a la esclavitud al inicio del filme en clara referencia a éste). Frank Langella está un poco mejor como villano de la función, pero tampoco es que sea muy recordable. A pesar de esto, "La Isla de las Cabezas Cortadas" se puede ver con un mínimo agrado, cosa que no pueden decir miles de películas mucho peores y menos destripadas. Fue una lástima lo ocurrido con esta película. No se merecía pasar a la historia, pero tampoco ser tan denigrada, y ni Harlin, Davis y Modine se merecían caer de esta manera y de golpe en la mediocridad en la que cayeron después de 1995. Una historia triste la de esta superproducción.