UN FINAL MADE IN HOLLYWOOD de Woody Allen - 2002 - ("Hollywood Ending")

Val Waxman es un director de cine de Nueva York que hace años tuvo fama y reconocimiento y que incluso se hizo con dos Oscars. Hoy, por desgracia, está de capa caída y vive relegado a realizar anuncios, cosa que odia, para poder ingresar dinero. Val es narcisista, neurótico, creído de sí mismo y de su arte y bastante insoportable. Un día, su ex mujer, Ellie, que sale con un importante productor de Hollywood, le propone dirigir una gran producción que lance de nuevo su carrera. Val acepta con reservas, pero acepta. Sin embargo, algo terrible le va a ocurrir durante el rodaje...

"Un final made in Hollywood" no es de las mejores películas de Woody Allen, pero sí que me parece que es una de las más irónicas en cuanto a lo que se refiere a criticar la industria del cine comercial, extrapolable perfectamente a la industria de cualquier arte susceptible de serlo. El propio Allen de nuevo da vida, en su papel de hombrecillo intelectual neurótico de siempre, a un director de cine que tuvo un gran pasado con dos Oscars incluidos pero que ha caído bastante en el olvido y que trata de realizar una nueva obra que vuelva a encumbrarle. El homenaje a lo "kafkiano" está creo presente en este caso además desde el momento en el que el director se queda ciego: en este punto la historia alcanza un poso metafórico en el que se puede ver reflejada una industria cegada por el beneficio que tiene la otra cara de su moneda en unos directores endiosados cegados por su propia soberbia y su endiosamiento, valga la redundancia. También veo reminiscencias a la novela de José Saramago "Ensayo sobre la ceguera", aunque no sé hasta qué punto Allen es seguidor de la obra del fallecido escritor y Premio Nobel de Literatura portugués. "Un final made in Hollywood", si bien creo que contiene una crítica que podría haber sido más dura e incisiva, mete bastante caña tanto a los productores desalmados que solamente quieren dinero y más dinero como a los directores que luchan constantemente por ser reconocidos como autores pero que son unos individuos envanecidos y creídos de sí mismos. Pillan su parte casi todos los integrantes de los procesos de producción y redondeo de una película, desde los mencionados productores y directores hasta los actores y actrices pasando por los críticos. El cine mercantil más propio de los grandes estudios de los USA se contrapone al cine europeo, supuestamente más intelectual y sensible pero también más amigo de encumbrar sin razón a cualquier paja mental o pretenciosidad "indie" de forma habitualmente aleatoria (en ese sentido, el desenlace de la película, lo mejor de ella, es absolutamente genial, y le da también una buena torta al país del cine europeo por excelencia, la culturalmente tan avanzada como "intelectualoide" Francia).

"Un final made in Hollywood" también trata de pasada los asuntos habituales del cine de Woody Allen: relaciones personales, amor, sexo, crítica social al mundo de los ricos, búsqueda del sentido de la vida y de la identidad, la cultura judía en nuestros días, la relación entre la realidad y la ficción, el vacío de los intelectuales que se creen superiores a los demás, la poca cultura real de tanta gente esnob. Es como siempre una película irónica e incisiva, con diálogos muy buenos, aunque creo que, como he dicho, le falta, tal vez, las indiscutibles ganas de hacer sangre de muchos de los primeros trabajos de su director, más crueles y despiadados en sus críticas. La banda sonora por supuesto se mueve al ritmo del mejor jazz de siempre y hay más espacio para el gag visual que en otras películas de Allen. "Un final made in Hollywood" es más floja que otras creaciones del genio neoyorkino, pero cumple de sobra y consigue dar como he dicho una buena leche en la cara al sistema de estudios cinematográficos de ambos lados del charco.