LAS CRÓNICAS DE BLANCANIEVES: EL CAZADOR Y LA REINA DEL HIELO de Cedric Nicolas-Troyan - 2016 - ("The Huntsman: Winter's War")

La malvada Freya, la hermana de la pérfida Rávena, vive en un lejano reino de hielo del norte y planea hacerse con el poder del espejo mágico tras enterarse de que su hermana ha sido derrotada por Blancanieves. Eric, el Cazador, por suerte, sabe cómo pararle los pies... Sin embargo, se va a enfrentar también a su oscuro pasado, pues él fue en su juventud uno de los temibles guerreros de confianza de Freya.

Con "Las Crónicas de Blancanieves" empieza lo que me da a mi que podría ser una larga saga (si sus secuelas tienen éxito) ambientada en este mundo de la mencionada Blancanieves que se originó con "Blancanieves y la leyenda del Cazador" en 2012. "Las Crónicas de Blancanieves: El Cazador y la Reina del Hielo" es una bazofia del tamaño de varios castillos medievales, aunque eso no tiene nada que ver para que sea o no un éxito en las taquillas. La primera parte de la saga era entretenida. No era una obra maestra, pero se dejaba ver. Esta porquería, parte precuela y parte spin-off, es un despropósito con guión terrible y escenas de vergüenza por doquier. La Kristen Stewart no repite papel (al parecer por un escándalo que se originó al ponerle Rupert Sanders, el director de la mencionada primera parte, los cuernos a su mujer con ella) pero el personaje de Blancanieves sí que es importante para la trama, así que ponen a una tipa de espaldas a la que no se leve la cara y que sale cinco segundos que dicen que es Blancanieves y ok, el público tiene que creerse que es Blancanieves. Pues vale. Sí repite Chris Hemsworth y también Charlize Theron, y se unen al reparto grandes nombres como Jessica Chastain y Emily Blunt. Todos ellos están patéticos, pero es que sus papeles no dan para más. "Las Crónicas de Blancanieves: El Cazador y la Reina de Hielo" es un despropósito lleno de personajes idiotas, de diálogos patéticos (terribles, en serio), de exaltaciones del amor romántico vergonzosas por obvias y ñoñas, de humor diarreico sin puta la gracia y de escenas de acción sosas cuando no malas. Y además con un argumento en el que todo ocurre porque sí.

Como comedia involuntaria sí que vale algo esta cosa. Ya que fui a verla al cine y tuve que pagar por ella, por lo menos me lo pasé bien riéndome con los amigos de tantas y tantas chorradas. Tenemos al cazador de marras destrozando un puente para que sus enemigos no puedan pasar... Desde el lado equivocado del puente, el que le cierra a él mismo también el camino. De infarto. Tenemos a unas villanas que matan al héroe pero no comprueban si está bien muerto y lo dejan tirado en el suelo para que sobreviva y las derrote después (y hasta lo dejan con dos de sus amiguitos vivitos y coleando para que le ayuden a curarse...). De vómito. Tenemos a tribus norteñas de hombres y mujeres rubios que viven en los hielos entre las que de repente hay un negro perfectamente peinado y afeitado. Tenemos unos globlins que son en realidad monos. Tenemos un castillo sin vigilancia que es asaltado por cuatro personas con éxito. Tenemos a una Jessica Chastain que en un reino de hielo va en tirantes y se queda tan pancha. Y tenemos unas villanas que se vuelven buenas porque sí de un fotograma a otro y se quedan también tan panchas. Todo es terrible en esta porquería. Secuela cutre y totalmente apestosa.