PADRE CORAJE de Benito Zambrano - 2002 - ("Padre Coraje")

22 de noviembre de 1995. Jerez. La policía encuentra de madrugada a un joven brutalmente apuñalado en la gasolinera en la que trabajada en el turno de noche. Este joven resulta ser Juan Delgado, el hijo de una familia del lugar que queda destrozada cuando es informada de lo ocurrido. Comienza la investigación y la indignación recorre toda la ciudad. Sin embargo, el caso se queda pronto sin demasiadas pistas y no se puede encontrar a un culpable definitivo y, poco a poco, es olvidado por los vecinos y por los medios de comunicación. Alguien, sin embargo, no está dispuesto a olvidar. Antonio Delgado, el padre de Juan, va a introducirse en los bajos fondos jerezanos para averiguar quién mató a su hijo por su cuenta...

Es cierto que, salvo honrosas excepciones, las series españolas del pasado han sido bastante malas (ha predominado esencialmente la comedieta casposa y el subproducto de género mal hecho). Hoy, por fortuna, el mundo de la serie patria está cambiando, y mucho, y dan fe de ello joyitas tan variadas como "Crematorio", "Isabel" o "El Ministerio del Tiempo". Sin embargo, la honrosa excepción fue siempre eso: honrosa. En el año 2002, el Benito Zambrano que venía de sorprender con su maravillosa "Solas" entregó una de las mejores series españolas de la pasada década: "Padre Coraje". El caso de la familia Holgado es bien conocido, desgraciadamente: su hijo, Juan Holgado, fue asesinado el 22 de noviembre de 1995 en Jerez. Le apuñalaron 33 veces en la gasolinera en la que trabajaba en el turno de noche y hoy todavía, más de veinte años después, está abierta su investigación y, cada cierto tiempo, seguimos enterándonos de nuevos capítulos de esta terrible trama. "Padre Coraje" tiene un ligero problema como serie que no es culpa de ninguno de sus creadores: en el año de su producción, 2002, el caso no estaba completamente cerrado (no lo está hoy, como he dicho), y su desenlace queda bastante abierto y deja un poco con la miel en los labios. Salvando esto, esta serie de tres capítulos es una maravilla en todos los sentidos.

Benito Zambrano construye un thriller de altura, duro, directo, seco, sin concesiones, y sigue la investigación real del crimen con un ojo certero y agudo y con un ritmo que nunca deja parar al espectador. Aprovecha además para hacer un retrato de los ambientes marginales españoles certero, extremadamente realista, maravillosamente ambientado (los escenarios son fantásticos en toda su decrepitud) y toca asuntos como las drogas, la prostitución, la pobreza, la falta de oportunidades, la negligencia de las autoridades de la Ley, el amarillismo de los medios, el olvido de las injusticias cuando "pasan de moda". El respeto hacia la figura del "Padre Coraje" (aquí llamado Juan Delgado) es máximo, y la serie lanza un mensaje a favor de la valentía y de la justicia perfectamente lúcido y traspasable a cualquier ámbito. "Padre Coraje" se ambienta en la ciudad andaluza de Jerez, pero su gran mérito es que narra una historia universal, que traspasa el localismo. Un director menos hábil que Zambrano se habría centrado en narrar los hechos y punto. No sé si esta serie fue para él un trabajo de encargo (es cierto que aprovecha el tirón mediático del caso criminal, aunque lo trate con respeto), pero él lo llevo de forma limpia y con una dignidad tremenda.

Y no puedo dejar de alabar, finalmente, el trabajo del amplio reparto de "Padre Coraje", porque está en total estado de gracia. Todos ellos. Juan Diego pone los pelos de punta como el protagonista, y lo mismo logra un absolutamente impresionante Vicente Romero como Manuel Maqueda, el principal sospechoso. Los dos brillan con luz propia y se meten al público en el bolsillo, pero también lo hacen actores y actrices de la talla de Mariana Cordero, José Luis García Pérez, Antonio de la Torre, Raquel Infante, Antonio Dechent, Manuel Morón o Daniel Núñez, entre otros. El reparto es, lo dicho, impresionante, y la serie no habría sido lo mismo sin todos ellos. Ambiciosa, deliciosa, seria, "Padre Coraje" es una de las mejores producciones para la pequeña pantalla hechas nunca en España. Así deberían ser todas.