Un matrimonio de panaderos desea con todas sus fuerzas tener hijos, pero han sido maldecidos por una bruja terrible para la que tendrán que cumplir un encargo "especial". Cenicienta vive esclavizada por su malvada madrastra y por sus dos hermanastras y sueña con poder ir a la gran fiesta que va a dar la Casa Real para encontrar una mujer para el príncipe. Caperucita es enviada por su madre al bosque, a visitar a su abuelita, y es repentinamente asaltada por un seductor lobo. Rapunzel es una bella joven que vive recluida en una torre abandonada por su misteriosa madre pero que se muere por conocer el mundo exterior. Jack es un chico muy pobre y su madre le envía al mercado del pueblo a vender a su vaca para poder comer y, de pura casualidad, van a caer en sus manos unas habichuelas que dicen que son mágicas... Las cinco historias se desarrollan alrededor del mismo bosque, y todos sus protagonistas se van a encontrar en un loco juego de azares.
"Into the Woods" es la primera adaptación de un musical de Broadway de la casa Disney (el musical de marras es otro gran éxito de Stephen Sondheim) y es también un bodrio infame a pesar de sus inicialmente buenas ideas. Narra una historia coral en la que cuatro cuentos clásicos de los hermanos Grimm se mezclan ("Cenicienta", "Rapunzel", "Jack y las habichuelas mágicas" y "Caperucita") con otro cuento del mismo corte en el que unos panaderos son presas de una maldición de una bruja y que es la novedad del conjunto. La idea es buena, y posiblemente en el musical original del creador de "Sweeney Todd" todo funcione bien, pero aquí no. La película es un despropósito porque, tras empezar con un cierto poder de generar atracción o por lo menos curiosidad, se desmadra y termina siendo una colección de escenas deslavazadas insoportable. Simplemente, a Rob Marshall, el encargado de dirigirla, se le va todo de las manos: no sabe o no ha sabido articular la trama. Punto. Todas las historias se entrecruzan tanto y cada vez más de tan mala manera que a mitad de metraje ya tenemos un desaguisado de órdago donde todos los personajes pierden su sentido, donde todas las historias se difuminan hasta caer en la nada y donde no paramos de presenciar carreras por el susodicho bosque que da título al filme y cambios de trama bruscos y sin explicaciones. Todo desemboca en un desenlace de vergüenza, donde los cuentos del título se pasan por el forro sus mensajes originales (una cosa es hacer relecturas de clásicos y otra cargártelos dándole giros sin sentido) y en el cual, repentinamente, empiezan a sucederse muertas estúpidas (algunas hasta algo "gore" que rompen bastante los esquemas iniciales de la obra) y cambios de carácter de los personajes (lo de Cenicienta es de puro infarto).
Rob Marshall tampoco acierta, pienso, en el aspecto visual de la obra. El director siempre ha sido un tipo que, con sus controversias estéticas, ha solido tener por lo menos buen gusto. Y además, viene del musical, en el que tiene ya gran experiencia. Pero aquí sólo tenemos una saturación infumable y cansina de azulverdosos y verdeazulados que convierte la película en otra estampa más irreal y de colores fundidos. Leches, parece que en vez de estar viendo esta película estoy viendo alguna entrega de "Underworld" o de "Crepúsculo". En fin, otro defecto de bulto para la saca, al que hay que añadir otro más: los actores. Todos muy buenos, sí, pero más sobreactuados que Chiquito de la Calzada. En serio, no entiendo no cómo han sido nominados para premios, porque gesticulan tanto y hacen tantos aspavientos que parecen que vienen del cine mudo. En conclusión:"Into the Woods" es un infame aburrimiento sin ningún sentido, una película del todo insoportable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario