Sonia y Javier son pareja y viven juntos desde hace ya bastante tiempo. Pedro y Paula también son pareja, aunque no viven juntos. Javier y Pedro son amigos de toda la vida. Javier y Paula tienen algo... Algo más que simple amistad... Y ni Sonia ni Pedro se lo imaginan. Una ola de locura, de malentendidos, de celos y de problemas está a punto de llegar a las vidas de estas parejas.
Es difícil encadenar grandes éxitos cinematográficos en tres décadas diferentes en el campo de la comedia, y más dentro del cine español. En este sentido, y a pesar de que su obra ha perdido el poso social de sus inicios, Emilio Martínez-Lázaro ha sabido despuntar en la cinematografía de un país de audiencias difíciles y que habitualmente suele despreciar su propio cine (en ocasiones con razón, porque nuestro cine no siempre ha sabido llegar a su público, mal que nos pese, y porque algunos de sus actores y directores se han alejado de este público todavía más con ciertas actitudes -como la de defender, por ejemplo, la entonces polémica Ley Sinde- que han perjudicado a todo su colectivo). El caso es que este director madrileño ha conseguido triunfar en los años noventa con "Amo tu cama rica" y "Los peores años de nuestra vida", en la década siguiente con ésta "El otro lado de la cama" y su secuela "Los dos lados de la cama" y ahora mismo con "Ocho apellidos vascos" y su recién estrenada segunda parte "Ocho apellidos catalanes". Su triplete es difícil de llevar a cabo, desde luego. Otra cosa es que sus películas tengan o no calidad artística, que lo indiscutible es que la han ido perdiendo a pasos agigantados (las diferencias entre "Amo tu cama rica" y "Ocho apellidos vascos" son del tamaño del Océano Pacífico -y no he visto "Ocho apellidos catalanes" todavía, pero la están poniendo a caldo, e imagino que si repite todo lo que caracterizaba a su antecesora con razón-). "El otro lado de la cama" fue un rotundo exitazo del cine español de la pasada década y tuvo hasta remake francés. Y bueno, lo cierto es que no es nada del otro mundo pero es divertida.
Esta película es una comedia musical en la que los protagonistas cantan y bailan (muy bien y con gracia) temas clásicos de la música moderna española y latina (desde Kiko Veneno hasta Los Rodríguez pasando por Tequila o Coque Malla) mientras tienen diversos avatares amorosos. Se tratan los asuntos del amor, el desamior, los celos, la confianza en la pareja, las dudas sexuales, la homosexualidad y la bisexualidad, la amistad, la guerra de sexos. Todo es ligero, divertido, alegre, y la verdad es que la película se hace entretenida y gusta sin problemas y además sus protagonistas están excelentes. Al César lo que es del César. Sin embargo, se echa en ella en falta eso que tenían "Amo tu cama rica" y "Los peores años de nuestra vida": ese poso amargo, ese retrato generacional nostálgico, ese romanticismo delicado y ese sentido de la tragicomedia dulce. "El otro lado de la cama" es más "bestia", más convencional, menos personal. Y es una pena.
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