Porco Rosso
lunes, 8 de junio de 2015
THE EQUALIZER de Antoine Fuqua - 2014 - ("The Equalizer")
Robert McCall es un hombre aparentemente normal y corriente que vive en Boston, en donde trabaja en una gran superficie dedicada a la ferretería. Robert lleva una vida tranquila. Ayuda a su amigo Ralphie a entrenar para guardia de seguridad y lee mucho. Una noche, en un bar, conoce a Teri, una prostituta casi adolescente que parece tener problemas... Robert esconde un oscuro pasado y, para ayudarla, se va a ver obligado a ser quién fue hace tiempo...
"The Equalizer", versión moderna en formato largometraje de la serie de televisión de los años ochenta "El Justiciero", es el último filme del siempre irregular Antoine Fuqua y es un thriller que busca su personalidad en el retrato de un personaje atormentado (bien interpretado por el siempre más que solvente Denzel Wahsington, que sabe brillar incluso en papeles menores o de encargo) y en una trama social negra con escenas de acción con estilo e imaginativas. Al director, sin embargo, se le va de las manos al final la cosa porque la historia termina siendo demasiado trillada y predecible y porque, además, el metraje se alarga bastante, mientras que tampoco se termina de profundizar del todo en el pasado del personaje protagonista, lo cual en este tipo de película de "justiciero urbano" con vida anterior oscura hace que el conjunto pierda enteros. A pesar de ello, la cinta es esencialmente digna, no cae en la vulgaridad del cine de acción hecho en serie y no trata de dar gato por liebre con moralinas baratas. Fuqua se curra una estética con gusto, la banda sonora es excelente y los secundarios como el villano que interpreta Marton Csokas cumplen más que bien (y este actor en concreto da su mal rollo y tiene bastante carisma como antagonista de la función). "The Equalizer" es aceptable pero no es brillante, no es mala pero también se olvida con facilidad. Las comparaciones son odiosas, pero del mismo director era el magistral thriller "Training Day" y también el protagonista era Denzel Washington y la verdad es que es imposible no medir a una contra la otra en este caso. Y la perdedora está bien clara. ¿Volverá a rodar Antoine Fuqua alguna vez una película tan buena como aquella?
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