Porco Rosso
jueves, 4 de junio de 2015
DUNE de David Lynch - 1984 - ("Dune")
Por orden imperial la familia Atreides se hace cargo de la explotación del planeta desértico de Dune, el único conocido en el que se cultiva la llamada "especia", indispensable para los vuelos espaciales. Sin embargo, la pérfida familia Harkonen conspira para acabar con ellos y quedarse con toda la riqueza del lugar. Por suerte, Paul Atreides, el joven hijo del Duque Leto, les va a plantar cara... Con la ayuda de la población de Dune, que guarda un gran secreto. Una guerra terrible y mesiánica está a punto de comenzar.
En los años setenta, al parecer Alejandro Jodorowsky intentó adaptar la mítica novela "Dune", de Frank Herbert, a la gran pantalla, pero el proyecto nunca salió adelante y fue en los ochenta cuando cayó en manos del David Lynch que acababa de rodar la maravilla de "El hombre elefante". Lynch entregó de nuevo una película extremadamente personal pero fallida debido a que los productores le redujeron el metraje inicial, de 5 horas, a 137 minutos por razones comerciales. Se cargaron la obra y el propio Lynch nunca estuvo contenta con ella. Y para colmo fue, cuando se esperaba que fuese una suerte de nueva "Star Wars", un batacazo comercial de órdago, uno de los más grandes fracasos de su década. El tiempo, sin embargo, como a tantas películas de una forma u otra "malditas", la ha ido colocando en un espacio de culto y hay incluso fans de Lynch y de Herbet que la reivindican como injustamente infravalorada. ¿Es realmente tan mala "Dune" de David Lynch? Pues bueno, estéticamente es una maravilla, pero argumentalmente... No tiene sentido. Por lo menos no lo tiene para los profanos de la saga de novelas. La película es una delicia visual, una joya de la sugerencia estética, una virtuosidad de la ambientación pulp de calidad... Pero también es una baratija incomprensible. La he visto varias veces y sencillamente... No me entero de nada. A los veinte minutos he perdido el hilo y estoy aburridísimo, hundido en el sopor. No sabe uno por qué los personajes actúan como actúan, no entiende uno las elipsis gigantescas que la película tiene y no comprende uno el mundo en el que el filme se desarrolla. No hay quien se la trague: son más de dos horas interminables, infumables, absurdas casi.
Es todo una pena, porque, tal vez si a David Lynch le hubiesen dejado hacer lo que quiso, la película habría sido de calidad (eso seguro), habría captado perfectamente todos los asuntos (desde económicos hasta ecológicos pasando por políticos y religiosos) que el libro en el que se basa condensa y, tal vez, no hubiera sido el fracaso tan inmenso que fue. El director se recuperaría por suerte con "Terciopelo Azul" y "Twin Peaks" y dejaría para la posteridad una gran filmografía. Esta "Dune" se quedó olvidada y, poco a poco como he dicho, se convirtió en obra de culto y mil veces discutida y vuelta a discutir. En la década del 2000, se realizaron adaptaciones para la televisión de las novelas. Dicen que son dignas, pero no he podido catarlas.
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Para mí es una buena película de ciencia ficción, personal, arriesgada, extravagante... Muy superior a la mayoría de producciones similares que no hacen más que refritos de Star Wars. El problema es que Lynch no sólo cuenta cosas, sino que las moldea según su propio criterio; es un autor, no un artesano, y demasiado bien lidió con un presupuesto tan grande y tantas estrellas (a Sting poco menos que se lo impusieron). En fin, una película para ver con calma y situarla en su espacio justo, que es el de "rarezas incomprendidas".
ResponderEliminarUn saludo.